Francia vota este domingo en la primera vuelta de las elecciones legislativas. En esta jornada se pone en juego la mayoría absoluta que mantiene hoy el oficialismo, amenazada por el avance de la alianza de izquierda. Alrededor de 48 millones de franceses podrán elegir entre 577 candidatos a legisladores.
El oficialismo, liderado por el presidente Emmanuel Macron, recientemente reelecto, podría perder la mayoría absoluta de diputados en la Asamblea Nacional ante el crecimiento de la Nueva Unión Popular Ecologista y Social (Nupes) que, por primera vez en 25 años, une al sector izquierdista englobando ecologistas, comunistas, socialistas y la Francia Insumisa, bajo la conducción del principal candidato opositor, Jean-Luc Mélenchon, que alcanzó el 22% de los votos en las elecciones contra la ultraderechista Marine Le Pen y el mandatario.
Si logra imponerse como mayoría en el Parlamento, marcaría una ruptura en la tendencia histórica de Francia que utiliza a las elecciones legislativas para ratificar la mayoría oficialista. Según informaron a la prensa local y durante su campaña, desde Nupes buscan “cohabitar” con el gobierno, posicionando a un primer ministro propio y una mayoría parlamentaria, para “frenar su política injusta y brutal”.
Las encuestas de las últimas horas anuncian resultados levemente perjudiciales para el oficialismo, que podría tener revancha por una mayoría relativa en una segunda vuelta el 19 de junio, pero sin mantener la mayoría absoluta (289 legisladores). El empate técnico se espera entre la alianza centrista y el frente izquierdista, con entre 24 y 28% cada uno, lo cual habilita la entrada de entre 250 y 335 escaños.
Sin embargo, las encuestas estimaron un alto porcentaje de abstenciones, debido a la costumbre de las versiones más radicales de la derecha y de la izquierda, a no concurrir a votar en este tipo de elecciones. Llegado el mediodía (hora local) ya había votado el 18,43% del padrón, casi 1% menos que en la misma hora de las elecciones legislativas de 2017 y 2,5% menos que en las de 2012.
En 2017, la alianza centrista obtuvo una mayoría absoluta de 360 escaños propios. Sin embargo, a partir de los primeros meses de la pandemia del covid, con el avance de una crisis socio-económica, la imagen oficialista cayó notablemente.