La comunicadora social Manuela Calvo, cuyo domicilio fue allanado el domingo pasado por orden de la jueza de Instrucción, María Eugenia Torres, recuperó este viernes sus elementos de trabajo que fueron secuestrados para peritarlos.
La magistrada ordenó en la causa Desobediencia a la autoridad llevar todos sus elementos de trabajo que “se encontraren relacionados o se mencionara de manera expresa al caso Arcoiris”, una causa de abuso sexual que se tramita la Justicia local. Calvo recibió el respaldo de organizaciones, organismos públicos y algunas universidades que encuadraron la resolución judicial como un ataque a la libertad de prensa, de expresión y una violación al secreto de las fuentes de información.
Caso Arcoiris: allanaron la casa de una comunicadora
El allanamiento estuvo vinculado con el caso de una madre que denunció en cinco oportunidades al abuelo paterno por abusos sexuales y tuvo que recurrir a los organismos nacionales para recibir resguardo. Una resolución del Juzgado Civil 103 del Poder Judicial de la Nación determinó prohibir el acercamiento del padre a la niña y a su mamá en cualquier lugar donde se encuentren. Pero la Justicia local desconoció esa medida porque, según sus argumentos, representa una intromisión a la competencia local.
Desconocen las actuaciones de la Justicia nacional y ordenan dar con el paradero de Arcoiris
“Recuperé mis herramientas de trabajo. Fijaron como punto de pericia toda la info relacionada a la niña, así que ahora que conocerán el dibujo animado que censuraron previamente espero que me pidan las disculpas pertinentes”, escribió la comunicadora desde su cuenta de twitter. Es porque la justicia le prohibió estrenar un corto ficcional sobre la problemática de los abusos sexuales en las infancias y las vinculaciones forzadas.
“Me obligaron a borrar meses de trabajo y me impidieron publicar trabajo que en este contexto aclararía un montón. Me obligaron a guardar silencio cuando con mucho dolor me enteraba de terribles hechos. Y aun así me allanaron la casa por algo que nunca desobedecí”, expresa la comunicadora que afirma no haber violado la medida judicial.
“¿Y si estrenara el corto que ni siquiera es del caso particular? ¿Qué harían? Cómo puedo respetar su autoridad si Uds. no respetan mis derechos y se basan solo en el relato de quien tiene intereses de censurarme para mantener impunidad sobre los delitos que habrían cometido”, expresa.
Luego del allanamiento se presentó un habeas data, pero cayó en abstracto con la devolución de las herramientas de trabajo. Para la comunicadora el único objetivo de esta medida es “perjudicarla laboralmente en una causa que saben que se cae por nula e improcedente”, además de atentar contra su privacidad.