Desde Santa Fe

El mejor amigo de Martín “Fantasma” Paz –cuyo asesinato en setiembre de 2012 desató la guerra narco en Rosario que ya lleva diez años- será juzgado en Santa Fe. Se trata de Germán Velázquez, a quien el fiscal federal Walter Rodríguez acusó por supuesto “comercio de estupefacientes agravado” y le pidió el juicio público ante el Tribunal Oral de Santa Fe. La denuncia asigna a Velázquez el rol de “proveedor” de la droga a una organización criminal que dirigía Luis Paz, el padre del “Fantasma”, y uno de los hechos que le atribuye es un cargamento de casi 150 kilos de marihuana –que se transportaba en una camioneta Peugeot Boxer blanca-. El conductor del vehículo era seguido por un policía, así que el “acto de comercio” fue documentado el 12 de noviembre de 2018 en una estación de servicio en la ruta 168 entre Santa Fe y Paraná, muy cerca de un conocido centro comercial, donde el investigador logró fotografiar a dos de los protagonistas: Luis Paz y Velázquez. Por ese episodio –entre otros-, Paz fue condenado por el Tribunal de Santa Fe a 13 años de prisión y su mano derecha, el arquitecto Andrés Canteli, a seis años de cárcel, en octubre de 2021.

El fiscal le imputó a Velázquez “haber intervenido personalmente” el 12 de noviembre de 2018 en un “acto de comercio” de sustancias ilegales que realizó la “organización liderada por Luis Paz”. El encuentro entre el “proveedor” y el jefe de la banda se concretó en la estación de servicio de la ruta 168, frente a un gran complejo comercial. “Todo o parte” de ese cargamento fue incautado un mes después, el 11 de diciembre de 2018, a bordo de la Peugeot Boxer blanca estacionada a metros de la casa de Canteli, en zona norte. El inventario reveló que eran 146 kilos y 821 gramos de marihuana que estaban “bajo el poder de disposición” de Paz y Canteli.

Por ese hecho, Canteli se declaró culpable y el Tribunal de Santa Fe lo condenó –en un proceso abreviado- a seis años de prisión, el 15 de octubre de 2021. Tres días después, el 18 de octubre, condenó a Luis Paz a 13 años de cárcel por los delitos de “organización de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio, tenencia con fines de comercialización y transporte, agravado por la intervención de tres o más personas en forma organizada”.

En el juicio, quedó probado que Paz “organizó y financió distintas actividades de narcotráfico” y extendió la “distribución y venta de drogas” a Santa Fe, Rosario y Villa Constitución. Canteli operaba como su “mano derecha”, según él mismo se encargaba de decirlo a quien se lo preguntara. Y otros cuatro condenados en el proceso, más Velázquez que en octubre de 2021 aún estaba prófugo, “hicieron su aporte a la empresa criminal”. El amigo del Fantasma recién se entregó al mes siguiente, en noviembre de 2021, tras permanecer prófugo casi dos años, desde que el fiscal Rodríguez le pidió la captura en febrero de 2019.

El encuentro en la estación de servicio de la ruta 168 fue clave para descubrir la trama. La camioneta Peugeot Boxer blanca era el objetivo de un “seguimiento” de la policía.

El 12 de noviembre de 2018 a la tarde, su conductor estacionó el vehículo en el parking, descendió y se reunió en el bar con dos conocidos, que resultaron ser Luiz Paz y Velázquez. El “acto de comercio” –como lo definió el fiscal- fue documentado y fotografiado por uno de los investigadores. El conductor de la Boxer se volvió a Paraná a bordo de una camioneta Toyota que después se encontró en el garage de la casa de Velázquez, en la capital de Entre Ríos, en otro allanamiento.

En otra filmación agregada a la causa, “se puede apreciar el trato amistoso y familiar” de Paz con sus dirigidos, entre ellos Velázquez.

Según la investigación del fiscal Rodríguez, “una de las líneas de aprovisionamiento de Paz era a través de Germán Velázquez”, por lo que el encuentro en la estación de servicio de la ruta 168 “no resulta casual, sino al contrario un indicio determinante” del trato.

La acusación fiscal menciona a las “personas dirigidas o coordinadas por Paz”, entre ellas Velázquez, a quien ubica “en un estrato no tanto inferior, sino más bien intermedio o lateral”, donde cumplía “el rol de proveedor del material estupefaciente”, como en el caso de los 146 kilos de marihuana, pero actuaba “en función de las indicaciones de Paz”.

Por lo tanto, “está probado” que el episodio atribuido a Velázquez “se inserta en el contexto de una organización narcocriminal, estructurada y caracterizada por la división de funciones y alternancia de algunos de sus miembros” y “creada con el fin de traficar estupefacientes”. Su tarea era “bajar” la droga desde el Paraguay.