“Me hice forense para reparar las almas. Bonito, ¿no?”. Así define su trabajo el protagonista de Balthazar (estrena hoy lunes a las 23 por AXN). El sujeto no solo pasa la mayor parte del día entre cadáveres sino que tiene la capacidad de charlar con los occisos hasta desentrañar los motivos por los que acabaron en una morgue. El subgénero policial con toques sobrenaturales viene en alza desde que productos de distintas latitudes (la española Estoy vivo o la italiana La puerta roja) mostraron que la fórmula –a primera vista improbable- tenía su encanto. En este caso, sin embargo, no se profundiza en lo fantasmagórico sino en el método creativo al estilo Dr. House que emplea Raphaël Balthazar (un encantador Tomer Sisley).

La producción franco-belga, por otra parte, campea el policial de procedimiento con eficacia mientras se aferra a la -algo demodé- fórmula episódica, lo que la une a sus coterráneas Candice Renoir y Bright Minds. Por su peculiaridad, el protagonista se vuelve la mano derecha de la inspectora en jefe Hélène Bach (Hélène de Fougerolles). Sí, también hay algo de pareja dispareja y un claro interés romántico fogoneado desde el primer episodio. El hecho de que su exnovia -muerta hace más de una década- le siga hablando le aporta un poco de misterio a toda la trama. “Hay que aprovechar la vida porque es corta. Y sé mejor que nadie como se termina”, asegura el excéntrico hombre que charla con los muertos. Por lo pronto, Balthazar ya consta de cuatro temporadas y sigue bien viva.