Mientras la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, ya amenaza con sanciones a los docentes que utilicen la "e", la "x" o el "@"; la cruzada contra el lenguaje inclusivo de la derecha llegó a la provincia de Buenos Aires, donde los legisladores dGuillermo Castello (Avanza Libertad) y Matías Ranzini (Juntos por el Cambio) presentaron un proyecto de ley que busca prohibirlo también en los documentos oficiales bonaerenses.
Los argumentoa de la iniciativase nutren de los expuestos por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al prohibir el uso del lenguaje inclusivo en las escuelas de CABA. Castello y Ranzini sostienen la necesidad de la prohibición en el Estado y en todo el sistema educativo bonaerense para "evitar distorsiones o deformaciones lingüísticas que conspiren contra la adecuada comprensión de lo que se quiere comunicar".
"Deformación del lenguaje"
"No hay ninguna investigación ni sustento teórico que dé cuenta de que el inclusivo dificulta la alfabetización", explicó Valeria Sardi, doctora en Letras por la Universidad Nacional de La Plata y autora del libro Lenguaje inclusivo y ESI en las aulas, en un reciente nota en este diario.
De todas formas, la iniciativa de los legisladores de derecha bonaerenses insiste en que "una deformación del lenguaje puede conspirar contra el correcto desarrollo de las habilidades de lectura y escritura" y apuntan contra "expresiones que resulten impronunciables verbalmente".
Castello está referenciado en el diputado nacional José Luis Espert, mientras que Ranzini milita en el PRO dentro del espacio de Cristian Ritondo. Ambos consideran que el uso del lenguaje inclusivo representa "una posición claramente minoritaria de la sociedad, que de ningún modo puede reconocerse como una evolución espontánea del lenguaje" y sostuvieron que "el lenguaje oficial debe facilitar la publicidad de los actos de gobierno".