El grupo de profesionales, políticos e intelectuales que se identifica bajo el nombre de Cristianos para el Tercer Milenio (CTM) emitió un comunicado para expresar su "decidido apoyo al proyecto de ley que grava las ganancias extraordinarias de un número reducido de empresas, beneficiadas por el siniestro drama de la guerra en Europa”. De esta manera, los católicos respaldaron el proyecto de ley presentado en el Congreso por el Poder Ejecutivo y que prevé una sobre-alícuota del 15 por ciento del Impuesto a las Ganancias a las empresas con dividendos superiores a los mil millones de pesos. La iniciativa fue anunciada y fundamentada por el ministro de Economía, Martín Guzmán.
En el documento se argumenta que “la pobreza, el principal escándalo que vive hoy el mundo global, no es una condición natural del ser humano” y que la misma “es provocada por la insensibilidad de algunos y por el ansia desmedida de riquezas de otros, que se transforman en impedimentos para la adopción de políticas públicas que aseguren el bien común”, argumento que se alinea con el magisterio del Papa Francisco en la materia y que se refleja, entre otros documentos, en las encíclicas “Laudato si” (2015) y “Fratelli tutti” (2020) .
En directa alusión a las resistencias que se han expresado frente al iniciativa del oficialismo, “los Cristianos para el Tercer Milenio estamos conmovidos, como muchos --dice el documento-- por el crecimiento de la pobreza en nuestro país, y dolidos por el rechazo de algunos sectores políticos, empresariales y de la comunicación a diversas medidas que se proponen para alcanzar una más justa distribución de la riqueza”.
En ese sentido, señalan que “la igualdad, la inclusión, la solidaridad son, entre otros, los pilares en los que debe asentarse una sociedad que busque de verdad un crecimiento y desarrollo de todo el hombre y de todos los hombres”. Y son las políticas públicas “las que deben aportar a ese logro, pues sabemos que el libre mercado y el individualismo no dan dado respuesta positiva alguna”, subrayan.
En relación al “reducido grupo de empresas” que puede verse afectada por el gravamen extraordinario, los CTM afirman que las mismas tienen “la obligación moral, que consideramos también debe ser legal, de contribuir económicamente con los que menos tienen, en consonancia con el pensamiento del Papa Francisco”.
Será, dicen, “un paso importante hacia una distribución de la riqueza más justa, que sirva para ir atenuando los niveles de pobreza en nuestro país”.
Entre los firmantes del documento se cuentan Rodolfo Brardinelli, Rodolfo Briozzo, Ángel Bruno, Eduardo Casado Sastre, Cristina Domenicone, Miguel Estévez, Miguel Ferrara, Alicia Ladrón de Guevara, Luis Miraldi y Raúl Sánchez Antelo.