El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 de Rosario, condenó ayer a los represores Mario "el Cura" Marcote a 17 años de prisión y a Julio "el Pollo" Fermoselle a 14 años y seis meses de cárcel por los delitos de secuestro, torturas y amenazas contra Ricardo Chomicki, ademas de la violación de su compañera Nilda "la Polaca" Folch. El caso de Caddy Chomicki y la Polaca Foclh tiene aristas polémicas: ambos fueron acusados por sus propios pares por haber sido activos colaboradores de la Patota de Feced en el Servicio de Informaciones, en Dorrego y San Lorenzo. Pero ahora el tribunal integrado por los Jueces de Cámara subrogantes, Jorge Sebastián Gallino, Cintia Gómez y Mateo Busaniche condenó a Marcote y a Fermoselle, al dar por probada la acusacion que hiciera el fiscal Adolfo Villatte.
La condena a Marcote fue fijada en diecisiete (17) años de prisión, accesorias legales y costas como coautor penalmente responsable de los delitos de Privación ilegítima de la libertad agravada por su carácter de funcionario público, por mediar violencia y amenazas y por su duración en perjuicio de: Nilda Virginia Folch y José Baravalle ( ya fallecido) ; en concurso real con el delito de privación ilegítima de la libertad agravada por su carácter de funcionario público, por mediar violencia y amenazas en perjuicio de: Ricardo Miguel Chomicki y Graciela Porta; en concurso real con la aplicación de tormentos calificados por aplicarse contra un perseguido político en perjuicio de: Ricardo Miguel Chomicki; en concurso real con el delito de violación agravada por ser el imputado encargado de la guarda de la víctima, en perjuicio de: Nilda Virginia Folch, calificando todos los delitos de lesa humanidad.
De igual modo Marcote fue absuelto por el delito de tormentos calificados en relación a Graciela Porta por falta de acusación Fiscal. El tribunal también condenó a Julio Héctor Fermoselle a la pena de catorce (14) años y seis (6) meses de prisión, accesorias legales y costas como coautor penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por su carácter de funcionario público, por mediar violencia y amenazas y por su duración en perjuicio de Nilda Virginia Folch, Ricardo Miguel Chomicki y Graciela Porta; en concurso real con el delito de violación agravada por ser el imputado encargado de la guarda de la víctima en perjuicio de Nilda Virginia Folch, calificando todos los delitos de lesa humanidad.
De igual modo absolvieron a Fermoselle por el delito de tormentos calificados en relación a Graciela Porta, Ricardo Chomicki y Nilda Virginia Folch por falta de acusación fiscal. Finalmente se fijó para el día miércoles 15 de Junio a las 20:00 horas, para la lectura de los fundamentos de la sentencia.
Ricardo Chomicki, se había sentado en los primeros días de abril de este año frente al mismo tribunal federal como denunciante de torturas y secuestro del que fue víctima en el Servicio de Informaciones, tratando de dar una vuelta de campana en su rol, en el que también lo señalaron sus propios compañeros de militancia: no sólo el de un quebrado y colaborador, sino el de un miembro más de la Patota de Feced. Chomicki dijo haber estado detenido desde el 1° de diciembre de 1976 hasta el 13 de junio de 1977, la mitad del tiempo como "aviador" (presos no reconocidos, en el aire) y el resto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Así eligió relatar que su vida cambió cuando Agustín Feced vio en su compañera Nilda Foch algo que le recordaba a su hija mayor, y decidió protegerlos, pedir por su vida nada menos que a Leopoldo Galtieri, y obligarlos a casarse por Iglesia en Zavalla. "Vos la metiste a la piba en esto, hijo de puta, así que ahora te vas a hacer cargo", relató entonces, al igual que lo había hecho en octubre de 2010 frente a otro tribunal federal, en la causa Díaz Bessone, donde fue sobreseído, siguiendo el criterio que bajaba de Nación, al afirmar que el que ingresaba víctima a un centro de detención, salía víctima.
En su declaración en el marco de este juicio Chomicki hizo hincapié en la denuncia de violación que sufriera su esposa Nilda Folch, por parte de tres integrantes de la Patota: el Cura Marcote, Héctor Fermoselle y un ignoto -hasta el momento- Jorge, a quien nunca se pudo individualizar. En rigor de verdad, a lo largo de su testimonio de más de 90 minutos, Chomicki había repetido que "no hay un solo testimonio de gente que diga que participé en su secuestro a excepción de Genoroso Ramos y su hijo". Sin embargo nunca pudo desarticular el principal ataque que recibe desde hace cuarenta años por sus pares: no haber hablado para desentrañar el destino de sus propios compañeros. "No hay sobrevivientes como nosotros. Todos se murieron", dijo en una parte más que aclaratoria del lugar desde donde habló.
Es que en verdad pareció una descripción un poco liviana para describir el destino de quienes pasaron por uno de los peores infiernos, como fue durante la última dictadura, el Servicio de Informaciones, y que hubiesen tenido el deseo final de dejar de existir. "Se murieron", dijo Chomicki. “En el Servicio de Informaciones siempre era de noche. No había luz y la radio siempre estaba a todo volumen. Había una dicotomía enorme: mientras en la radio se escuchaba gente feliz y música, nosotros escuchábamos los gritos de la tortura. Eran dos realidades paralelas, la vida de afuera y el desastre que era adentro del Servicio de Informaciones”. En verdad Chomicki es un hombre que parece vivir en una noche permanente.