Alejandro “Rengo” Ficcadenti, vinculado al líder de Los Monos, Ariel Máximo “Guille” Cantero, fue imputado el último domingo junto a otras cinco personas por haber matado a Nelson “Chivo” Saravia, en octubre del año pasado, en el marco de una sangrienta disputa al interior del club Newell's Old Boys.

Durante una extensa audiencia en el Centro de Justicia Penal, el fiscal Matías Edery -de la Agencia de Criminalidad Organizada- acusó a “Rengo” Ficcadenti, junto a Kevin Nahuel Jambrina, Alexis Brian Dittler, Salvador Esteban Alegre, Juan Manuel Arévalo y Jonatan Ezequiel Burgos. Todos quedaron bajo prisión preventiva por el plazo de ley, según la resolución de la magistrada Silvia Castelli.

Los sospechosos cayeron en allanamientos realizados el viernes pasado. Se lo acusa de un complot mortal, de formar parte del grupo de 22 personas que se reunieron el 23 de octubre en Garibaldi al 3300, en el domicilio del barra brava Guillermo “Chupa” u “Ojitos” Sosa –ya imputado y preso en mayo pasado– para planificar el asesinato de Saravia. Allí, según la Justicia, se repartieron las armas, se prepararon los vehículos, se asignaron los roles y se cambiaron la ropa. Lo insólito es que todo quedó grabado en las cámaras internas que tenía la casa de Sosa.

El mismo día del crimen, el fiscal Edery obtuvo la orden para allanar la casa de “Ojitos”, donde se secuestró un aparato DVR. Sorprendentemente, allí se encontró con las imágenes de la reunión previa y posterior al crimen de Saravia, donde se veía nítidamente cómo consumían droga, se repartían armas, bidones con combustible y se cambiaban de ropa. En la secuencia posterior al homicidio se ve al imputado Arévalo contándole al resto cómo había roto la puerta de la casa a patadas y acribillado con una ametralladora a la víctima. Otro, se presume sería Salvador Alegre, escenificó la ráfaga de disparos y a la víctima sentada o acostada al momento de la agresión.

Para Edery, el homicidio fue planificado también por “Rengo” Ficcadenti y se cometió como “consecuencia de la sucesión de la barra brava de Newell’s”. “Rengo” tiene 29 años y, según la investigación, es “la cara visible” de “Guille” Cantero en la barra brava de Newell’s: se considera que el jefe del clan narco es el mandamás del paravalanchas e imparte directivas desde el penal federal de Marcos Paz.