La versión de un encuentro virtual entre Mauricio Macri y Javier Milei, donde se deslizó la posibilidad de un acuerdo electoral, no hace sino echar nafta al fuego que ya era Juntos por el Cambio. Hace una semana que el expresidente protagoniza una pelea con el titular de la UCR, Gerardo Morales. En los últimos minutos del segundo tiempo, entró Elisa Carrió y metió varios goles: dijo que votar a Milei era votar a un genocida y viajó a Jujuy a mostrarse con Morales. Las conversaciones de Macri con Milei no hacen sino confirmar que el exmandatario va por un acuerdo con el dirigente de Avanza Libertad. Y le ponen más tensión a una alianza que hace menos de un mes sacó un comunicado en el que descartaron por completo un entendimiento con Milei.
La charla entre Macri y Milei fue por Zoom, duró más de una hora y se hizo de forma virtual para evitar cualquier filtración. Curiosamente, así y todo, ocupó un espacio central en el diario Clarín. Según sigue la versión, el encuentro fue a pedido del ex presidente Macri y el encargado de hacer las gestiones fue Alberto Benegas Lynch. La charla tuvo un momento incómodo cuando Milei, de forma quizás algo apresurada, le pidió a Macri que sumara el PRO a Avanza Libertad. El expresidente protestó por la idea de que su partido fuera a sumarse al de Milei y no al revés. Luego Milei intentó arreglar las cosas y propuso buscar alguna otra forma de construir una alianza.
Las condiciones que le ofreció Milei fueron las mismas que viene repitiendo en medios de comunicación: un acuerdo con el PRO, sí, pero sin los radicales y sin la Coalición Cívica. Es decir, la ruptura de Juntos por el Cambio. Como prenda de cambio, Milei le dijo a Macri que, si le ganan una interna, él apoyará a quien gane. Milei supuso que sería Macri y dijo que está dispuesto a acompañarlo en las generales y en una eventual segunda vuelta. Esto es algo que bien podría interesarle a Macri, que hace tiempo que aboga por sumarlo de alguna forma a Milei para frenar la fuga de votos hacia su sector. Macri, hasta ahora no parece estar dispuesto a romper, pero reivindica su derecho a dialogar con Milei.
La charla entre los dos llega en un momento en que tanto Milei como Macri vienen de tener problemas serios en sus espacios.
Por el lado de Milei, los chisporroteos ocurrieron tras la pobre concurrencia al acto que hizo en el Club El Porvenir, en Gerli. Era su desembarco para comenzar a pisar fuerte en territorio bonaerense, pero le salió muy mal. Los organizadores llevaron a cantar a El Dipy, como una sorpresa para los asistentes que no alcanzaron a llenar ni un cuarto del club (con capacidad para 14 mil personas).
Tras el fiasco Carlos Maslatón le tiró con todo a la hermana de Milei, Karina, y al operador Carlos Kikuchi: "En los últimos seis meses fue rodeado por el Eje Karina-Kikuchi, dos desequilibrados que lo están llevando al desastre. Ninguno de nosotros va a aceptar ninguna orden más de Karina Milei, dictadora barata e ignorante en todos los aspectos, ni del traidor infiltrado de Carlos Kikuchi”. Maslatón dejó en claro la interna que existe entre el ala de Ramiro Marra y este sector.
Del lado de Juntos por el Cambio, los ataques y contraataques ocuparon toda la semana pasada. El titular de la UCR acusó a Macri de querer romper Juntos por el Cambio para cerrar con Milei. Ante la versión de una charla con Milei donde efectivamente se habló de un acuerdo electoral, Morales prefirió hacer silencio. Los radicales intentaron dar por cerrado el tema con un comunicado de la alianza opositora de hace algunas semanas pero no hicieron más que avivar la discusión.
Carrió, en tanto, fue muy clara sobre lo que opina de Milei: dijo que, luego de lo que planteó de poder vender los órganos propios, "votar a Milei es votar a un genocida". Nadie arriesga cómo le habrá caído la conversación de Macri con el líder de Avanza Libertad.
Entonces, pese a las charlas de Macri, ni los radicales ni la Coalición Cívica parecen dispuestos a aprobar un acuerdo con Milei, ni él pretende tener nada que ver con ellos. A eso se suman otros dirigentes del PRO, como Horacio Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal, que también rechazan un acuerdo de ese tipo. Vidal lo dijo públicamente: consideró que Milei es "populismo de derecha". Y el larretismo le tira a la línea de flotación cada vez que Milei les presenta un flanco.