El flamante titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, ratificó que no se encontraron irregularidades entre los tripulantes venezolanos e iraníes que arribaron a la Argentina a bordo la nave de Emtrasur proveniente de Caracas el lunes de la semana pasada. Se trata de un caso que despertó alertas y activó críticas desde la oposición al Gobierno.
Además, Rossi desmintió las distintas versiones arrojadas por dirigentes de Juntos por el Cambio que vinculan al avión con el terrorismo y reclamó a la oposición "seriedad en el tratamiento del tema".
En comunicación con AM750, el funcionario explicó que no hay pedidos de captura ni "alertas rojas" sobre ninguno de los tripulantes del avión y aseguró que en las inspecciones realizadas por las fuerzas de seguridad no se encontraron irregularidades de ningún tipo.
Para Rossi, la situación vivida en los últimos días responde a una decisión política del gobierno de los Estados Unidos y a su capacidad de bloqueo y sanción sobre las empresas de venezolanas.
"Es una vergüenza lo que está haciendo la oposición con este tema. Están jugando con la sensibilidad del Pueblo por los atentados a la AMIA y a la DAIA. Los opositores no deben exacerbar una situación que no existe", reclamó Rossi, quien denunció una operación montada para confundir y generar pánico en la sociedad.
Lo que se sabe del avión venezolano
Rossi explicó que el avión venezolano que llegó a la argentina transportaba una carga para distintas empresas autopartistas argentinas que son proveedoras de multinacionales automotrices.
El avión cargó las piezas en México, pasó por Caracas y arribó a la argentina el lunes la semana pasada. Antes de llegar a Buenos Aires el avión tuvo que aterrizar en Córdoba porque las condiciones climáticas no permitían que llegara a Ezeiza. Finalmente el avión llegó a la ciudad destino al medida del 7 de junio.
"Ninguno de los pasajeros que integraban la tripulación tenía ningún tipo de denuncia ni alerta roja. La carga del avión fue verificada de todas las maneras posibles. Se comprobó que la carga que estaba declarada era la que estaba en el avión y todo el tramite siguió normal", explicó Rossi, y sostuvo que el inconveniente nació por una decisión política de los Estados Unidos.
En este sentido, remarcó que "Estados Unidos desde hace tiempo tiene un apercibimiento sobre la empresa del avión. Es una calificación política contra el Gobierno de Venezuela. Esta calificación responde a la capacidad de bloqueo y sanción de Estados Unidos contra Venezuela. Pero en ningún momento aparece la palabra terrorismo en esta calificación. Es una situación política".