Provenientes de Chaco, Santiago del Estero y distintas localidades cordobesas, los músicos de La Callejera confluyeron en Córdoba capital para, desde allí, cimentar un proyecto artístico en el que música y danza son indivisibles. Con ese precepto, desde hace ocho años montan "La peña que baila" en el Festival de Cosquín, en cuya edición 2015 fueron premiados como Consagración, distinción que ese mismo año recibieron en otro encuentro icónico: el Festival de Jesús María. Atentos a recorrer grandes escenarios sin descuidar los intercambios con sus pares lejos de las luminarias, los miembros de La Callejera buscan nutrirse de la multiplicidad de ritmos que conforman a la música popular argentina para llevarlos luego a esa comunión de toque y baile que caracteriza a sus presentaciones. Una comunión que volverá a darse esta noche en Rosario, cuando desde las 21.30 la banda se sume a la programación por los 15 años de El Aserradero (Montevideo 1518).
Conformada por Chaco Andrada (guitarra y voz), Carlos Lallana (flauta y coros), Ezequiel Ledesma (bajo), Gustavo Fraire (bandoneón), Guillermo Herrera (batería), José Luis Pérez (piano), Guillermo Vignolo (guitarra eléctrica), Virginia Magarzo y Diego Leguizamón (violines), La Callejera repasará parte de sus cuatro discos y adelantará además algunos temas de su nuevo proyecto: un material dedicado a músicas bailables algo olvidadas, ésas mismas que sacaron a relucir en la última edición de Cosquín. "Llevábamos a escena un baile de campo, un baile criollo, de antaño, con ropas típicas, con instrumentación antigua, con el rescate de danzas como fox-trot, pasodoble, rancheras. De eso se va a tratar el disco nuevo, de intentar llevar el baile folklórico de antaño", detalla a Rosario/12 Chaco Andrada.
Y concluye: "En tantos años de vida, catorce ya, hemos recorrido muchos aspectos de la banda. Hemos hecho música exclusivamente para bailar, hemos hecho música para escuchar, rescatamos canciones que estaban en el baúl del recuerdo. En este nuevo disco decidimos ponernos en la piel de nuestros abuelos y poder llevar un ratito al espectador, al público, a esos bailes de antaño".