Una resolución de la presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Magdalena Odarda, que declara al volcán Lullaillaco como sitio sagrado, parece dar un nuevo impulso a un debate pendiente por más de dos décadas sobre la restitución de los Niños de Lullaillaco, que se exhiben hace 18 años en el Museo de Arqueología de Alta Montaña (MAAM).
La resolución del INAI se fundamenta en que “numerosas comunidades y organizaciones indígenas han solicitado la declaración de Sitio Sagrado a los enterratorios ubicados en el Volcán Llullaillaco y la restitución de 'La niña del Rayo', 'La doncella' y 'El niño', exhumados del centro ceremonial con restos humanos más alto del mundo, a 6.730 metros de altura, en la cumbre del Volcán”.
Estos niños, que habían sido parte de un rito sagrado de los incas fueron extraídos en 1999 de la cima del volcán Lullaillaco, ubicado en departamento Los Andes, en la Puna salteña.
Comunidades indígenas andinas vienen reclamando la restitución de estos cuerpos desde el momento en que se montó el Museo, durante el gobierno del ex gobernador y actual senador nacional Juan Carlos Romero. Actualmente ese reclamo continúa, aunque quedó opacado por la indiferencia, y la impronta que implicó la difusión del MAAM como un atractivo del turismo cultural.
“Hace 12 años se hizo una presentación pero el expediente quedó ahí nomás”, contó a Salta/12 Mario Alancay, coordinador general de la Comunidad Aborigen Kolla de Tolar Grande. Indicó que se reiteró el pedido en 2020, antes de que se iniciara la pandemia.
Por su parte, el encargado del Área de Identificación y Restitución de Restos Humanos Indígenas y Protección de Sitios Sagrados de la Dirección de Afirmación de los Derechos Indígenas del INAI, Fernando Pepe Tessaro, dijo que la resolución que declara Sitio Sagrado al lugar donde estaban los tres niños será comunicada formalmente a las autoridades del MAAM para iniciar el debate con las comunidades, como se hizo en otras ocasiones.
Por otro lado, el actual director del Museo, Mario Bernaski, sostuvo que no está en quienes administran la institución la posibilidad de restituir o no a los niños, sino que “dentro de un sistema republicano” deben ser los organismos pertinentes los que den el debate.
Profanación o ciencia
“Somos custodios según la Ley de Patrimonio y los encargados de velar porque (los niños, mantenidos en extraordinario estado de conservación), estén en perfecto estado”, dijo Bernaski a Salta/12. En este punto afirmó que a través de la crioconservación se recrearon las condiciones naturales en las que fueron conservados los cuerpos por más de 500 años. Afirmó que el referente de la comunidad Kollas Unidos (que en un principio se había opuesto a la exhibición de los niños), Miguel Siarez, “hace un par de meses” realizó una “ceremonia de armonización acá en el MAAM y declararon santuario al lugar donde se encuentran” la los niños.
En cambio, Pepe Tessaro recordó que la custodia sobre su patrimonio ancestral les fue quitada a los pueblos originarios tras la “conquista”, que fue en realidad un genocidio de la población indígena. Recordó que a nivel internacional existen directrices “de no exhibir más cuerpos y menos de aquellos que son de pueblos que fueron víctimas de genocidio”, como sucedió con los pueblos naciones indígenas.
En esta línea afirmó que en 2004 (momento en que se inauguró el MAAM), en el Primer Congreso Latinoamericano de Antropología de Río Cuatro se consensuó una declaración por la cual se “había pedido la no exhibición, restitución y declaración del sitio sagrado”, de donde fueron extraídos "La Doncella", "El Niño" y "La niña del rayo", como los llamaron luego de sacarlos del lugar sagrado en el que estaban.
Son “muchos sentimientos encontrados” manifestó Alancay. Pues sostuvo que desde 1999 las heridas se encuentran abiertas, cuando “profanaron” a sus ancestros de las tumbas que los habían resguardado en perfecto estado y bajo condiciones naturales por más de medio milenio. “Nunca informaron en esos tiempos a la comunidad o al pueblo de qué iban a hacer, ni dieron conocimiento, o participación al municipio. Nos enteramos por casualidad cuando las momias pasaron el puesto de Gendarmería de Ingeniero Maury (en Campo Quijano, paso obligado para transitar desde la Puna a Salta Capital), cuando recién nos enteramos. Entonces todo fue oculto”, sostuvo el coordinador indígena.
Pueblos vivos
“Nunca le hemos interesado como pueblos originarios”, agregó Alancay al insistir en la falta participación y comunicación de las intenciones que impulsaron el proyecto del MAAM para mantener "cautivos" a sus ancestros.
Pepe Tessaro reflexionó que con acciones como las que se llevan a cabo a través del MAAM, “hay otra cosa que no es la preservación del patrimonio, sino el sentido político que cumplen los museos al exhibir a los Pueblos Originarios como extinguidos de un pasado remoto”.
Entonces recordó que Salta es la provincia con mayor cantidad de pueblos indígenas y “tiene algo tremendo" en lo que va de este año: "40 niños y niñas muertos”. Entonces “hay un problema grave”, aseguró.
La resolución que declara Sitio Sagrado al volcán Lullaillaco también destaca que el centro ceremonial ubicado en este lugar de la Cordillera de los Andes es “uno de los más importantes del continente, cuenta con un cementerio comunitario a 4.900 metros de altura, con un camino que incluye edificios que van desde la base hasta la cima, constituyéndose en un centro de ofrendas único en el país”.
Mientras se espera tener noticia de cómo seguirán los pasos hacia la restitución, queda abierto este debate, postergado pero necesario en la provincia.