El juez Ismael Manfrín condenó a seis años de prisión al expolicía Pablo Espíndola, a quien se le encontró una de las armas con las que se perpetró el ataque al frente de la vivienda del exgobernador Antonio Bonfatti. Al exagente se le secuestró el revólver del interior del vehículo que conducía en diciembre de 2013, dos meses después del atentado al frente de la vivienda del entonces mandatario, en barrio Alberdi. Para el magistrado, Espíndola podría haber recibido una pena mayor, pero debió limitarse al monto solicitado por la Fiscalía (5 años) y los querellantes (6 años). Con este fallo, son dos los condenados por el ataque: en 2015, Emanuel "Ema Pimpi" Sandoval fue sentenciado a la pena de tres años y medio de prisión en un juicio abreviado, al ser considerado uno de los autores y organizador, pero rápidamente recuperó la libertad por el tiempo transcurrido tras las rejas.
En diciembre de 2015, Saldoval fue sindicado autor y "organizador" de la balacera a la casa de quien era mandatario provincial, en Darragueira y Gallo. Cuando lo penaron, estaba en prisión domiciliaria desde diciembre de 2014, pero antes estuvo un año en la cárcel, por lo que rápidamente recuperó la libertad. La querella prefirió no acusarlo, porque consideró que la prueba en su contra era insuficiente, pero el fiscal Enrique Paz aceptó un acuerdo condenatorio con la defensa.
Diferente fue la postura contra el agente que cumplía servicios en la comisaría 10º, a metros de la casa de Bonfatti, pero que estaba en disponibilidad cuando se lo interceptó en un procedimiento, y dentro de su auto apareció un arma calibre 11.25, de la que ‑se constató en una pericia‑ partieron las balas que impactaron sobre el frente de la casa de Bonfatti, el 11 de octubre de 2013.
Espíndola, de 33 años, fue penado por los delitos de portación de arma de guerra en concurso real con encubrimiento agravado, uso de documento falso y robo calificado en grado de tentativa, ya que una mujer denunció el intento de robo de su cartera en Campbell y República, a metros de donde luego fue requisado y detenido. En el procedimiento de esa mañana del 5 de diciembre de 2013, debajo de la pedalera del Peugeot 206 fue secuestrada el arma con numeración eliminada, cargador vacío y cartuchos intactos. "La pericia determina que el arma posee aptitud para el disparo y está relacionada con el hecho frente a la casa de Antonio Bonfatti. Las vainas incriminadas fueron percutidas por el arma descripta", expresa el fallo.
Espíndola intentó defenderse y dijo que el arma había sido plantada y que el personal que lo detuvo le pidió dinero para no armarle una causa. En ese entonces, Espíndola estaba en disponibilidad tras tener un "entredicho" con un personal de seguridad vial.
Pese a los intentos defensistas, el juez valoró las escuchas contra el acusado. Incluso, en una de ellas se refiere a un arma y habla de "fierro caliente". Según el fallo, ello tiene que ver con que "el arma de fuego utilizada en el ataque a la residencia de Bonfatti, y refleja el propósito de obtener una ventaja patrimonial. Ratifica el ánimo de lucro al intentar vender el elemento del delito".