El gobernador Miguel Lifschitz completó ayer su parte en el uno‑dos que había abierto en la víspera Antonio Bonfatti al moverle el banquito a dos ministros del gabinete, instándolos a renunciar por pertenecer al sector del radicalismo que rompió con el Frente Progresista para alistarse definitivamente en Cambiemos. "No hay que echar a nadie, la prioridad es reforzar el trabajo", terció el gobernador en lo que pareció contradecir a su antecesor y titular de la Cámara de Diputados provincial. Pero el mensaje quedó en el seno del gabinete.
Lifschitz destacó que en la reunión del lunes pasado, a su regreso luego de un post operatorio, él ratificó a todos sus ministros y secretarios, incluidos al titular de Obras Públicas, Julio Schneider, y a Eduardo Matozo, de Ciencia y Tecnología, ambos enrolados en el sector Universidad de la UCR, el que conducen José Corral y Mario Barletta, ya alejado del Frente Progresista Cívica y Social.
Bonfatti había deslizado en un agasajo a la prensa santafesina por el Día del Periodista el calibre de la molestia que causó en la coalición la decisión de Corral de tomar finalmente la ruta del PRO. "Hace rato que venimos diciendo que no se puede tener un pie en cada bote. Fue una decisión que estaba tomada hace tiempo, y no me sorprende en absoluto porque han elegido otro espacio de construcción política y yo lo respeto; son las reglas de la democracia", había dicho, pero ante la presencia de miembros de ese sector en el gobierno, el ex gobernador apretó: "Creo que cuando uno pertenece a un espacio y no a otro debe tener ética y dignidad. Si yo estuviese en su lugar, hubiese renunciado. El gobernador tomará la decisión a su tiempo", apuró Bonfatti.
Lifschitz también había dicho antes eso de "no tener un pie en cada bote", pero ayer le bajó el tono al conflicto. Opinó que no le gusta tomar revancha. "No veo motivos para que renuncien. No hay que echar a nadie, la prioridad es reforzar el trabajo", recalcó.
El mandatario señaló en declaraciones radiales que "los principios del gobierno provincial y las prioridades tienen que ver claramente con los valores y postulados del Frente Progresista. En eso no hay dudas. No es obstáculo que haya funcionarios de distintos sectores. Tenemos un equipo bien plural", aseguró.
En nombre de la pluralidad declamada, Lifschitz puso como ejemplo la postulación del ministro de Producción, Luis Contigiani, como cabeza de lista de candidatos a diputados nacionales mucho antes de que se defina siquiera el segundo de la nómina. "Sintetiza la mirada de distintos partidos, es comprometido con la defensa de Santa Fe, del trabajo y la producción", valoró el gobernador. Y fue el propio Contigiani quien mantuvo el clima espeso contra los radicales que se cambiaron de corral. En un reportaje por LT9 de Santa Fe, el titular del Ministerio de Producción dijo que no comparte la decisión del intendente santafesino. "La gente valorará la actitud de romper un frente político con 20 años de historia desde una oficina de la Jefatura de Gabinete en Buenos Aires", disparó. Y agregó que cree en el Frente como herramienta con "dos grandes límites irrenunciables: la corrupción y la agenda de la derecha que expresa el gobierno nacional". "Que ellos expliquen por qué son socios subalternos de una agenda neoliberal que nuevamente tiende al endeudamiento", subrayó.