“A una boda marchamos, sabes bien de qué se trata y que los dioses tengan…”, se escucha la voz de Daniela Horovitz. Su nuevo espectáculo es un concierto sinfónico de música original creado por ella sobre los poemas de la poeta griega Safo de Lesbos, (del siglo VII AC), primera poeta de la que se tiene noción y sobre los epigramas de la poeta Nosis de Locri, (trescientos años posterior a Safo y heredera de ésta, según ella misma).

"Me enamoré de estas poetas porque a pesar de los siglos que nos separan las siento cercanas. Ellas fueron mujeres que lograron transmitir su deseo, su fuerza vital, su amor por otras mujeres, amantes, madres, abuelas e hijas de forma directa, con sensibilidad, virtuosismo y humor" dice Horovitz. La música de ambas obras versa sobre ritmos populares argentinos, folklóricos y ciudadanos. Safo de Lesbos, nacida en Eressos, Lesbos, en el siglo VII AC es considerada una de las figuras más relevantes de la poesía lírica, (poesía cantada acompañada con la lira), creadora de un formato novedoso en su tiempo. Los versos de Safo son en su mayoría íntimos, personales y directos: en primera persona, describen emociones y sensaciones. La poesía anterior, la de Homero, que ella leyó, era épica, grandilocuente, narraba historias enormes. Ella llevó a la poesía al campo de sus emociones en primera persona. 

Esos poemas cargados de emoción son universales y tan actuales que pueden leerse o escucharse hoy en día, 2600 años después, y resultar conmovedores, originales y deslumbrantes. Fue la primera en cantarle y nombrar a otras mujeres, de hecho la palabra lesbiana, para referirse al amor entre mujeres, fue creada en el siglo XIX por intelectuales francesas, en honor a la poesía de Safo. Nosis de Locri se cree que vivió en el siglo III A.E.C (antes de la era común) en la antigua ciudad de Locros Epicefirios, conocida hoy como Locri, Italia. Considerada una heredera de Safo de Lesbos, Nosis de Locri fue una de las primeras mujeres en reconocerse a sí misma como poeta y en hacer del cuerpo y el deseo de las mujeres tema de su poesía. "Más dulce que el deseo, nada. Todas las otras alegrías están en segundo lugar" escribió Nosis de Locri.

Musicalizando su obra, Daniela Horovitz pretende rescatar sus figuras y poner en valor sus versos, teniendo en cuenta no sólo el contexto original en el que se compusieron, sino también la reapropiación que se puede hacer de ellas en la actualidad desde una perspectiva contemporánea.

La cantante en el templo de Hera, en 2018

Fue el compositor y arreglador Hernán Reinaudo quien realizó los arreglos para Orquesta Sinfónica, y la reducción para este espectáculo, para cuarteto de cuerdas, piano, guitarra, percusión, voz y lira. Tanto Reinaudo como Horovitz resultaron ganadores de la Beca Creación del Fondo Nacional de las Artes 2019 y del Mecenazg o del GCBA 2019 para la realización de los arreglos orquestales, declarando así el proyecto de Interés Cultural para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Daniela Horovitz nació en Buenos Aires, es cantante, compositora, autora y actriz. Editó 5 discos propios. Tres declarados de interés cultural por el GCBA: "Y de amor no supe nada”, “DESMESURA” y “Entre las fieras y los lirios”. Creó la obra y compuso la música de "El dulce amargo, canciones de Safo", declarada de interés cultural por el GCBA, unipersonal en el cual canta, toca la guitarra, lira y piano y actúa. Ganadora de obras en el Exterior del INT, Viajó a Lesbos, Grecia en 2018. 

Más dulce que el deseo, se presenta el sábado 2 de julio a las 18 en la sala de cámara de La Usina del Arte (Agustín R. Caffarena 1). Será con entrada libre y gratuita y habrá una charla posterior acargo de la profesora Sylvia Nogueira.