La “Paezmanía” no se detiene. A 30 años del lanzamiento de El amor después del amor, el disco más vendido del rock nacional, Fito Páez agotó este miércoles su cuarto show en el estadio Movistar Arena. En poco más de media hora se agotaron los 15 mil tickets y los productores anunciaron la quinta fecha, con un final previsible: volver a agotar en cuestión de minutos.

El nuevo recital será el domingo 25 de septiembre y las entradas saldrán a la venta a las 10 de la mañana a través de www.movistararena.com.ar. El show se suma a los cuatro que el músico rosarino dará en Buenos Aires, el 20, 21, 29 y 30 de septiembre.

El fenómeno de la "Páez-manía" no es nuevo para el rosarino, acostumbrado a agotar. De hecho, en la gira original de El amor después del amor, entre 1992 y 1994, agotó cuatro Vélez y tuvo más de 100 fechas en distintos países. Lo que ocurre ahora va en línea con el fenómeno de Coldplay, que agotó tickets para 10 shows en River. 

Daniel Grinbank, a cargo de la gira por los 30 años de El amor después del amor, no le encuentra una explicación muy clara al fenómeno que se está dando, en general, con los grandes recitales y, en particular, con Páez. “No está pasando sólo con los recitales internacionales. También repercute en los nacionales. Los grupos de música urbana están agotando", dice a Página/12. "Con Fito acabamos de agotar la cuarta función en 40 minutos”, celebra el empresario, que en la década de los 90 supo traer a algunos de los más grandes artistas de la escena mundial, como los Rolling Stones.

“Pareciera que hay una concentración muy fuerte entre los recitales que andan muy bien. La gira de Fito Páez de los 30 años de El amor después del amor, que es un disco icónico, fundamental dentro de la música popular argentina, si lo comparás con la cifra del 20 aniversario, son muy superiores”, aseguró Grinbank.

El furor por conseguir una entrada para ver a Fito Páez

Grinbank aseguró además que en el interior Fito está triplicando lo que puso la última vez que fue a Córdoba y Rosario”. “Toman notoriedad todos los recitales a los que les va bien, pero no a todos les está yendo así. Hay muchos que están muy flojos, nada más que no toman notoriedad. Los que andan muy bien, superan las expectativas”, añadió.

En este contexto, Fito anunció una modificación en la fecha del show en la Plaza de la Música de Córdoba, que originalmente era el 24 de septiembre y se reprogramó para el 17 de diciembre por “cuestiones de logística y la gran demanda de entradas”.

A su vez, agregó una segunda fecha en la capital cordobesa para el viernes 16 de diciembre. También dará dos shows en Rosario, Santa Fe, el 8 y 10 de diciembre. Entre octubre y noviembre recorrerá ciudades de Latinoamérica, Estados Unidos y España. La gira tiene previsto agregar nuevas fechas en 2023.

Además, Grinbank puso el fenómeno Fito en contexto. Aseguró que, tras la pandemia, hay un especie de “desahogo ante tanta tensión”. “Los fenómenos son muy difíciles de explicar", indicó. 

"Se está dando en los conciertos, no tanto en el teatro o el cine. Ahí hay una competencia feroz con las plataformas. Los recitales son experiencias más profundas desde lo afectivo-emocional”, apuntó.

El amor después del amor

Fito tenía apenas 29 años y no podría imaginar que las 14 canciones de ‘El amor después del amor’, que iban a llegar a las disquerías el primero de junio de 1992, cambiarían por completo su vida y lo ubicaría entre el podio de las figuras del rock nacional. Menos podría pensar que ese álbum sería el más vendido de la historia argentina, con más de 30 mil copias agotadas en pocos días y un millón cien mil hasta 2012.

El 1º de junio de 1992 salió a la luz El amor después del amor, el séptimo disco de estudio de Fito Páez, el joven músico que años antes había cautivado a la trova rosarina, que escribió Del 63 con 21 años, y que al poco tiempo se desgarró en canciones con Ciudad de pobres corazones tras el femicidio de sus tías.

En una nota publicada en Página 12 durante el aniversario del disco, el músico y amigo de Fito, Fena Della Magiora, aseguró: “Me acuerdo de cómo cambió la vida de Fito en todo sentido. Se pudo comprar el estudio. Creo haber ido a una gira, yo no tocaba, iba como amigo, de onda. No es un disco sencillo, que tenga ni letra ni armonía fácil. Son canciones complejas, que uno pensaría que es muy difícil que tengan semejante nivel de popularidad”.