El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, urgió a las grandes petroleras del país a tomar acciones "inmediatas" para aumentar la producción y bajar los precios, en un momento en el que el precio de los combustibles está en su máximo histórico. La carta, enviada a siete grandes empresas petroleras, fue la advertencia más directa de Biden en su campaña de culpar a esta industria de la suba de la inflación.
La crisis requiere "atención inmediata"
"La crisis a la que se enfrentan las familias estadounidenses requiere atención inmediata. Sus compañías necesitan trabajar con mi administración de manera inmediata para presentar soluciones concretas a corto plazo que aborden esta crisis", escribió el mandatario en la carta dirigida a los ejecutivos de ExxonMobil, Chevron, BP America, Shell USA, Phillips 66, Marathon Petroleum Corp y Valero Energy Corp.
La misiva supone una escalada en la campaña de presión de Biden a las petroleras, a las que acusa de estar manteniendo la producción baja mientras la demanda se mantiene y los precios aumentan, llegando a cifras nunca vistas y perjudicando a los consumidores estadounidenses. El presidente demócrata anunció que la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, celebrará pronto una reunión de emergencia para abordar el tema y pidió a las petroleras que hagan sus propuestas antes de esa cita.
Este miércoles, Granholm se refirió a una serie de medidas que el Congreso podría adoptar al respecto. "La Ley de Producción de Defensa ha estado sobre la mesa y el presidente la ha utilizado en otros contextos. Pero él quiere escuchar, la razón por la que escribió esta carta, es porque quiere escuchar a estas empresas dedicadas al refinamiento" sobre los altos precios, dijo Granholm en diálogo con la CNN.
Biden avisó, además, que su gobierno está dispuesto a usar las herramientas "apropiadas para aumentar la capacidad y la producción de las refinerías en el corto plazo" y asegurarse de que la gasolina está disponible a precios razonables en todo el país.
El precio promedio de un galón de gasolina (3,78 litros) en Estados Unidos alcanzó este fin de semana los cinco dólares, un récord histórico y que se da cuando el país vive la inflación más elevada en 40 años. Esta subida está repercutiendo en toda la economía, lo que ha hecho caer la tasa de aprobación de Biden por debajo del 40 por ciento.
La culpa también es de Rusia
En línea con sus declaraciones previas, Biden consideró que el "principal responsable" de la suba de precios es el presidente ruso, Vladimir Putin, y su guerra en Ucrania. Sin embargo agregó que, en medio de una guerra que "ha elevado los precios de la gasolina en más de 1,70 dólares por galón, los márgenes de beneficio de las refinerías, históricamente altos, están empeorando ese dolor".
"No es aceptable que, en tiempos de guerra, los márgenes de beneficio de las petroleras se estén trasladando directamente a las familias estadounidenses", subrayó el mandatario. Biden pidió en su carta a las empresas "una explicación de cualquier reducción de su capacidad de refinado desde 2020 y cualquier idea concreta que abordara los problemas inmediatos de inventarios, precios y capacidad de refinado en los próximos meses, incluyendo medidas de transporte para llevar el producto refinado al mercado".
El presidente estadounidense, que llegó al cargo prometiendo reducir la dependencia de Estados Unidos de los combustibles fósiles, quiere ahora acelerar la producción de petróleo, que se espera que alcance máximos históricos en Estados Unidos el próximo año.
"Más beneficios que Dios"
Biden ya había subido el tono de sus reclamos la semana pasada en un discurso en el puerto de Los Ángeles, en el que dijo: "Exxon ha tenido más beneficios que Dios este año". En aquella ocasión también disparó: "No están perforando los terrenos. Están volviendo a comprar sus propias acciones en bolsa y no están haciendo inversiones. Exxon, empiece a invertir, empiece a pagar sus impuestos".
Exxon ganó 5.480 millones de dólares en el trimestre que finalizó el 31 de marzo, el doble que el año anterior, y dijo a los inversores que espera que los fuertes beneficios duren hasta el próximo año. Se espera que el precio de la gasolina siga subiendo durante los meses de verano cuando los estadounidenses usan más sus vehículos para viajar, según analistas de la Asociación Automovilística de Estados Unidos (AAA, por su sigla en inglés).
El dato de inflación de mayo, publicado el viernes pasado, fue un balde de agua fría para los estadounidenses: la suba de precios no se desaceleró, como había ocurrido en abril. Incluso alcanzó un nuevo récord en 40 años, con un 8,6 por ciento en un año.
Los responsables de la Casa Blanca han debatido intensamente sobre cómo responder a este problema, que antes pensaban que terminaría por desvanecerse pronto y que ahora ven como algo que está en gran medida fuera de control. Biden reconoce que, pese a la elevada inflación, el mercado laboral se encuentra en una situación de fortaleza no vista desde la Segunda Guerra Mundial con un desempleo de solo el 3,6 por ciento.