La historia del aguinaldo en la Argentina reconoce como fecha clave el 20 de diciembre de 1945. Ese día, el gobierno de facto del general Edelmiro Farrell dictó el decreto 33.302, que creó el Instituto Nacional de Remuneraciones. Ese ente tenía, entre otras funciones, "fijar el salario mínimo y se instituye el sueldo anual complementario o aguinaldo”.
Detrás de esa iniciativa estaban las políticas implementadas por Juan Domingo Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión. La medida tuvo un fuerte rechazo en el empresariado: a finales de 1945, no se abonó el aguinaldo y la CGT declaró la huelga. Como respuesta, hubo un lock-out patronal de tres días.
La polémica se mezcló con la campaña electoral. La Unión Democrática criticó la implementación del aguinaldo. El 24 de febrero de 1946, Perón fue electo presidente. El 20 de diciembre de 1946, y ya con Perón como presidente, el Congreso Nacional aprobó la ley 12.921, que estableció el Salario Anual Complementario. Había pasado un año exacto desde su implementación. El aguinaldo pasó a cobrarse a fin de año.
La ley 17.620, de la dictadura de Juan Carlos Onganía, en 1968, estableció el pago del aguinaldo en dos cuotas semestrales, en junio y diciembre.
Los antecedentes
Pese a la importancia innegable del peronismo al convertir al aguinaldo en una política de Estado, lo cierto es que hubo al menos dos antecedentes previos a 1945. El primero fue en 1910, en medio de los fastos por Centenario de la Revolución de Mayo. Manuel Güiraldes, el entonces, intendente de Buenos Aires, dispuso el llamado "Aguinaldo del Centenario". Fue una medida excepcional que, entre otras cosas, buscó mantener a raya las protestas sociales.
El segundo caso tuvo rango de ley provincial. Ocurrió en Jujuy en 1924, cuando el gobierno del radical Benjamín Villafañe logró sacar la ley 619. La norma rigió solamente para funcionarios públicos y personal de servicio.
Los cambios posteriores
Tras la ley de 1946 y el desdoblamiento de 1968, el siguiente momento fue 1974. Ese año se aprobó la ley 20.744, de Contrato de Trabajo (uno de cuyos inspiradores fue el abogado laboralista Norberto Centeno, asesinado por la dictadura en la Noche de las Corbatas, en 1977). El artículo 121 de la ley consideró que el SAC es la doceava parte del total de las remuneraciones percibidas por el trabajador durante el año calendario.
En los años inmediatamente posteriores, el fenómenos inflacionario a gran escala que causaron el Rodrigazo y la dictadura de 1976 afectaron la capacidad adquisitiva. En el caso del aguinaldo, se vio afectado por el pago diferido y la manera de calcular en base a la doceava parte de los sueldos del semestre.
Esto llevó a uno de los primerísimos debates de la democracia restaurada. En enero de 1984, el Parlamento dio luz verde a la ley 23.041. Allí que plasmado que el SAC "será pagado sobre el cálculo del 50 por ciento de la mayor remuneración mensual devengada por todo concepto dentro de los semestres que culminan en el mes de junio y diciembre de cada año".
Así, se atenuó en parte el impacto de la inflación, al tomar el último mes del período (junio o diciembre), que usualmente era el de mayor aumento salarial.
El aguinaldo fue uno de los productos del peronismo que descolocó a sus opositores. "Eso del aguinaldo es un verdadero disparate, una rarísima medida económica; incomprensible por dónde se la mire. Nunca logré entender por qué ha sido homologada por todos los gobiernos posteriores. A mí me parece una barbaridad que una persona trabaje doce meses y se le paguen trece al final del año". Lo dijo Jorge Luis Borges.