Marcelo Gallardo nunca imaginó un comienzo así de insuficiente. River perdió 1 a 0 ante Colón en Santa Fe y en las tres primeras fechas del campeonato, ha sumado apenas dos puntos sobre nueve sin haber marcado goles a favor. Ramón "Wanchope" Abila a los 31 minutos del segundo tiempo y tras seis minutos de revisación del VAR por una posición adelantada que al final no se dio, marcó el único tanto del equipo santafesino que volvió a ganar después de once partidos sin poder hacerlo. Y ratificó su superioridad como local ante River que desde 2010 no puede llevarse los tres puntos del estadio "sabalero".
Hubo dos versiones de River. Hasta el gol, hubo un equipo que, sin brillar, había jugado mejor que Colón y tenido las mejores situaciones, pero con poca presencia en el área. Tal vez porque Julián Alvarez arrancó y no fue tan de punta. Y pocas veces, los volantes llegaron vacíos desde atrás. Luego del gol de Abila, el equipo de Gallardo perdió la línea y quiso empatar tirando centros. Hay en River un déficit en la creación y en la definición. Deberá repararlo pronto con la vuelta de "Juanfer" Quintero y de Matías Suárez. O con la compra de un delantero de jerarquía que le resuelva el problema antes de enfrentar a Vélez por los octavos de final de la Copa Libertadores.
El primer tiempo fue un mano a mano entre los de volantes de uno y otro lado. En los primeros 20 minutos, Simón, Enzo Fernández y De la Cruz pudieron ganarle sus duelos a Pierotti, Aliendro y Bernardi y por eso, River controló el juego. Pero luego, los de Colón recuperaron protagonismo y entonces el partido se hizo mas equilibrado. Bien jugado, pero sin llegadas abundantes.
Julián Alvarez no fue tan de punta. Se tiró atrás y encontró espacios para arrancar a espaldas de Lértora, el mediocampista santafesino más replegado. Tal vez por eso, River insistió con los remates desde afuera del área. De sus doce remates al arco, nueve fueron desde allí. Lo más peligroso sucedió a los 40 minutos cuando Alvarez abrió la pelota para Barco, este se la devolvió en el área y el zurdazo forzado del delantero cordobés se fue afuera.
Colón por su parte, dependió del tranco de Pierotti por la derecha y apostó a habilitar a Abila, quien jugó en la misma línea de la defensa de River y a veces pecó de ansiedad, cayendo reiteradas veces en offside. A los seis minutos del segundo tiempo, a punto estuvo de abrir el marcador en esa situación, pero desde el VAR le anularon el gol (había definido muy bien ante la salida de Armani) por una ínfima posición adelantada. Pero encontró su premio a los 28 cuando Farías metió una pelota en el área tras una gran apertura de Pierotti y Abila, habilitado con lo justo por Mammana, dominó ante Armani, lo dejó en el camino y definió con un toque suave de derecha. Seis minutos le llevó al VAR trazar las líneas y darle validez al gol.
River, que hasta allí había manejado bien la pelota con el repunte de De la Cruz y Barco y la movilidad de Julián Alvarez a espaldas de Lértora pero lejos del área santafesina. perdió la cabeza a partir de ese momento. Quiso empatar tirando centros y pelotazos que la defensa de Colón soportó bien. Entró Braian Romero por Simón para reforzar el área, pero desperdició la única situación que tuvo.
Y los ingresos de Paradela y Pochettino por De la Cruz y Barco tampoco aportaron claridad en medio del nerviosismo creciente por el resultado que se le escapaba de las manos. Hasta el final, River no llegó nunca más. Y terminó perdiendo un partido que cuando se le descontroló, ya no pudo rescatarlo.
Faltan dos semanas para volver ante Vélez a la Copa Libertadores. Y Gallardo deberá meter mano para recuperar rendimiento y eficacia. Tal vez, lo consiga con los regresos de Quintero y Suárez. Pero las señales distan de ser auspiciosas. Encima de todo, Julián Alvarez está jugando sus últimos partidos en el club. Y no se advierte en el plantel, alguien con su jerarquía que aporte las soluciones necesarias para dejar atrás cuanto antes, un mal momento que no figuraba ni en los cálculos más pesimistas.