Al menos 300 lobos marinos que suelen instalarse sobre el muelle de la banquina del puerto de Mar del Plata y en veredas cercanas serán reubicados para que no afecten actividades de embarcaciones pesqueras ni se desplacen en zonas turísticas.

"Lo que vamos a hacer inicialmente es arriar a los lobos hacia el muelle de la banquina, y una vez ahí hacer que vuelvan al agua. Después trataremos de evitar que vuelvan a subirse, y creemos que si lo hacemos de manera sostenida, van a preferir instalarse en otro espacio", explicó Juan Lorenzani, presidente de la Fundación Fauna Argentina, a la agencia Télam.

El operativo será realizada por un grupo de especialistas del Consorcio Portuario Regional marplatense, miembros de la Fundación Fauna Argentina y de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp).

En este sentido, los expertos trabajarán para alejar a los ejemplares que habitualmente se ubican en esos espacios, y sostendrán guardias de 24 horas durante al menos un mes para evitar que vuelvan a ocupar el lugar.

Al mismo tiempo, también se hará un seguimiento de los animales, contabilizarlos y estudiar sus desplazamientos para que puedan concentrarse en otro sector del puerto, así como determinar qué proporción de los cerca de 900 lobos que integran la colonia marplatense eligen habitualmente ese espacio que se busca despejar.

Sobre el operativo, Lorenzani detalló: "El arriado se hace a pie, sin más herramientas que aplaudir, silbar o sacudir los brazos, porque tenemos que evitar estampidas o reacciones bruscas de los lobos marinos. Además, como nosotros trabajamos entre ellos constantemente desde hace muchos años, no podemos actuar de una manera que después nos impidan acercarnos".

Por su lado, Diego Rodríguez, investigador del Conicet y coordinador del Grupo de Mamíferos Marinos de la Unmdp, explicó que se colocarán barreras plásticas tipo "New Jersey" para impedir que los lobos trepen nuevamente a los muelles de la Dársena A, especialmente en las áreas de desembarco de pescado.

"Vamos a ir observando el comportamiento, porque quizás eligen subir por otro lado, quizás prefieren descansar en algún muelle cercano, como hemos visto en estos días a partir de algunas pruebas que hemos hecho, o eligen mudarse a la escollera Sur. El conflicto principal que hoy traen es que ocupan la zona en la que se desembarca el pescado, y se acumula excremento y orina", precisó.

Según explicó, el incremento en la cantidad de lobos que adoptaron la Banquina Chica como lugar de descanso en los últimos tres años responde a un doble factor: el dragado del puerto y la pandemia.

Por último, Rodríguez señaló que una etapa posterior del plan diagramado será "mejorar el manejo del descarte de pescado" para evitar que los desechos atraigan a estos mamíferos hacia ese sitio.

"Hemos convocado a las dos instituciones que más conocen y con mayor experiencia en manejo de esta especie animal para trabajar en conjunto y lograr que los lobos marinos, que son parte de la postal tradicional de nuestro puerto, puedan tener su lugar sin interferir con las actividades productivas ni representar un riesgo para quienes recorren el circuito turístico de la Banquina Chica", manifestó Gabriel Felizia, presidente del Consorcio Portuario Regional marplatense.