Desde Roma
El acuerdo con el FMI que alcanzó la Argentina genera fuertes expectativas de inversión. A esa conclusión arribaron los participantes del seminario sobre “La renegociación de la deuda
y las nuevas perspectivas de relanzamiento de la economía argentina”. El encuentro, organizado por el embajador argentino en Italia, Roberto Carlés y el reconocido Centro de
Estudios de Política Internacional (Cespi) que dirige Daniele Frigeri.
El encuentro se realizó en fomato online y, además de Carlés y Frigeri, participaron el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, el diputado italiano del Partido Democrático, Piero Fassino, el jefe de la sección de Promoción de Inversiones de la Embajada Argentina Leandro Salinardi y Claudio Cortellese, economista que trabajó durante años en el BID, entre otros.
Carlés, que agradeció a Italia su apoyo en la negociación con el FMI, recordó que esa deuda es parte de la crisis económica heredada del gobierno de Mauricio Macri. “Una deuda que no tuvo otro objetivo que hacer posible la más grande fuga de capitales que se haya registrado en la historia argentina”, destacó el embajador. Asimismo aclaró que el gobierno de Alberto Fernández está concentrado en consolidarse “como productor estable de alimentos y de energía”. “Y creo que esta es la respuesta a la pregunta que muchos se hacen sobre qué sucederá después del acuerdo con el FMI”, indicó Carlés.
El gobernador Perotti por su parte subrayó que “este es un buen momento para generar una mirada nueva hacia Argentina” de parte de otros países como Italia , porque en el país hay opciones para generar nuevos vínculos en el área de alimentos pero también de la energía y los minerales como el litio.
En tanto, el presidente de la Comisión de Exteriores de la Cámara de Diputados italiana y exponente del Partido Democrático, Piero Fassino dijo que las relaciones con la Argentina, “siempre han sido importantes para Italia” y ahora, con el nuevo acuerdo monetario que da estabilidad y seguridad financiera, Argentina se ha transformado en “un terreno favorable para el desarrollo de nuevas relaciones bilaterales” y podría ser una ocasión también para relanzar la economía italiana, concluyó Fassino.
A su turno, Cortellese hizo una detallado análisis de las pequeñas y medianas empresas de Argentina que son “centrales en el sector productivo”, datos que pueden ser útiles sin duda a eventuales inversionistas. El 70% de las exportaciones argentinas provienen del sector primario - explicó - y el 90% de las empresas argentinas son pequeñas y medianas. Estas empresas representan el 50% de los salarios, el 46% del PIB y el 16% de las exportaciones. Las pequeñas empresas se ocupan sobre todo del sector de servicios, productos de baja calidad, comercio y turismo, las medianas del sector construcción y comunicaciones. Otro dato importante, dijo, es que el 50% de estas empresas están ubicadas en ciudad y provincia de Buenos Aires. El resto está repartido por todo el país, sobre todo en Santa Fé y Córdoba.
“Esperemos que las empresas italianas comiencen a invertir en Argentina”, dijo el Director del Cespi, Daniele Frigeri, concluyendo con esta frase el encuentro.