El uso del barbijo demostró ser una herramienta clave de prevención para el contagio de coronavirus --y otros virus respiratorios-- por lo que su uso en espacios interiores, sobre todo con poca ventilación y mucha gente como el transporte, sigue siendo importante en el contexto de circulación viral y la temporada invernal, dijeron tres especialistas tras el anuncio del Gobierno porteño de suspender su obligatoriedad.

La médica infectóloga Leda Guzzi señaló a Página 12 que sigue recomendando usarlo en lugares cerrados "ya que la pandemia no terminó". "Además, en este momento, están cocirculando otros virus también --explicó--. Es una medida que protege individualmente y colectivamente y que permite una mayor continuidad laboral y escolar”.

“La covid continúa demostrando que no es un virus más --alertó--. Muchas personas presentan síntomas cuatro semanas después de la infección aguda y un número no despreciable de personas de todas las edades, padecen covid larga. Esto altera mucho la calidad de vida y la capacidad funcional de las personas”.

“En el contexto actual y en lugares mal ventilados, el barbijo es la única medida protectora que reduce el riesgo de enfermarnos y además protege solidariamente a las demás personas. La OMS continúa advirtiendo acerca del riesgo de que surja una nueva variante que pueda volver a poner en jaque a los sistemas de salud pública de los países. Creo que no debemos apresurarnos: el uso del barbijo es una medida económica, segura y con impacto positivo individual y colectivo”, aseguró.

Por otra parte, la médica infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE), destacó a la agencia Télam que "más allá de que la pandemia es otra y que nos encuentra más vacunados, hay algunas medidas como el uso de barbijo en espacios cerrados que demostraron ser muy eficaces para la prevención en la transmisión de covid-19 y otros virus respiratorios.

Otra de las medidas que destacó Cahn es la ventilación de los ambientes y la aplicación de vacunas como "herramientas clave de prevención". "Es un tema complicado porque en los lugares cerrados como el transporte público donde hay muchas personas hay una transmisión aérea de los virus; entonces es una decisión complicada, no sólo en la Ciudad de Buenos Aires sino en todas las jurisdicciones donde se sacó la prohibición", sostuvo.

La infectóloga recordó que "hay que tener en cuenta que el barbijo me protege y también protege a los demás; si yo tengo coronavirus o cualquier virus respiratorio, entonces los que decidamos seguir usando barbijos en lugares cerrados vamos a tener menos protección si la mitad de la gente no lo usa".

El infectólogo Hugo Pizzi.

La medida “me deja un poco intranquilo” porque a pesar de que los casos hayan bajado "sigue siendo una herramienta infalible" contra los contagios, indicó el infectólogo Hugo Pizzi, miembro del comité asesor del gobierno nacional.

El renombrado científico cordobés recordó que el tapabocas es “una barrera estupenda” contra el Covid y sugirió que la relatividad de su uso pueda generar las condiciones para que los contagios de coronavirus vuelvan a crecer de manera exponencial, sobre todo en esta temporada invernal.

"Es una barrera estupenda, no sólo para el Covid, sino también para la bronquitis, el resfrío, la gripe o la neumonía", que son enfermedades propias de estos meses, explicó. También puntualizó que “usado criteriosamente en lugares riesgosos el barbijo sigue siendo una herramienta infalible".

La medida fue anunciada ayer y ratificada hoy por el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien explicó que el uso de esos protectores pasó de ser “obligatorio a recomendado” debido a la baja de contagios registrada en las últimas semanas en la Capital Federal.

"Es algo que me deja un poco intranquilo", sostuvo Pizzi durante una entrevista por AM La990, aunque se esperanzó en que prime la conciencia social. “Va a haber un gran número de gente a todos los niveles que al barbijo lo ha adoptado y cuando perciba que hay riesgo lo va a usar, como los asiáticos lo usan hace 35 años", arriesgó.

Por otra parte, el infectólogo lamentó que a lo largo de la pandemia de coronavirus haya circulado enorme cantidad de fake news y que dirigentes políticos las hayan difundido: "Hay que volver a lo clásico y dejar que hable el que más o menos sabe".