“Me considero un cantor del vivo, en vivo y vivo, por suerte”, se ríe Hernán “Cucuza” Castiello, ante la inminente grabación de un disco… en vivo. La coordenada espacio-tiempo será este viernes 17 de junio a las 21 en el Rondeman Abasto (Lavalle 3177), y la sustancia –redunda, pero hay que decirlo-, la grabación de un disco “en vivo” que el cantor planea publicar en vinilo y en formato audiovisual. “Se van a encontrar con un cantor que disfruta mucho de ver las caras, de escuchar, de sentir la interacción de quienes vienen siempre, de los que son parte del asunto”, amplia él.
Acompañado por el Trío Inestable (Noelia Sinkuna en piano, Mateo Castiello en guitarra y Nicolás Perrone en bandoneón), el ex jugador de las inferiores de Argentinos Juniors que cantó con Maradona y Charly García, interpelará a sus fieles a través de un repertorio de tangos clásicos intercalados con piezas de Joan Manuel Serrat, Leonardo Favio, Babasónicos y Sandro, por supuesto traducidas al 2 x 4. “En realidad, que yo grabe un disco así es un acto de coherencia con lo que soy”, dispara el hombre, cuya cosecha discográfica al momento da tres trabajos solistas (El tango vuelve al barrio, Tangobardo y Menesunda, tangolencia rockera) más dos compartidos: Castiellos, a dúo con su hijo Mateo y El tango vuelve al barrio, junto a Moscato Luna. “La verdad es que suelo cantar y difundir desde siempre tangos contemporáneos, pero no los elegí para esta grabación, porque, dentro del repertorio tradicional, hay también una búsqueda y eso siempre trato de destacarlo, de llevarlo a cabo."
-Dentro del tango, claro. ¿Y fuera?
-La idea es grabar canciones populares que no fueron concebidas como tangos pero a las que hace rato les empecé a encontrar una especie de tangolencia, o de un espíritu tanguero que, a mi sentir, sobrevuela esas canciones, y que en mis fechas en vivo siempre me gusta ponerlas a la par de los tangos clásicos.
-La versión de “El tuerto y los ciegos” de Sui Generis que grabaste en tu último disco es más que elocuente.
-¡Y encima le metió mano, cerebro y corazón Acho Estol! (se emociona). En fin, Menesunda es una palabra del lunfardo que habla de la mezcla, de juntar cosas, ¿no? Capaz tenga que ver en algo con lo que los pibes entienden como mashup, que en mi caso significa la mescolanza entre el tango y el rock nuestros. Y lo de tangolencia rockera, ya que estamos en tema, lo saqué de una frase de Spinetta que decía que entre el tango y el rock, en toda lírica urbana sobrevuela eso, una tangolencia rockera, y eso me encantó, como me encantaba todo lo que él escribía y pensaba.
-¿Sos rockero genético, pero elegiste el tango como columna vertebral, o es al revés? ¿O cómo es?
-Un amigo mío, Gastón Varela, decía que hay cosas que te vienen en el Toddy (risas). Y a mí, lo que me vino claramente en el chocolate fue el tango. “Me lo tomé” a través de la radio, del Winco, y del silbido de mi viejo, que eran la banda de sonido de mi casa. El tango es eso que no puedo separar del empezar a hablar o a escribir. No recuerdo mi vida sin escucharlo, sin cantarlo. Por eso, es la columna vertebral de mi vida toda, y solo comparte lugar con el fútbol.
-Es al revés, entonces.
-Porque el tango me eligió a mí, sí. Pero también soy rockero por lo mismo que soy tanguero: el amor por él también me vino en el Toddy, y también en los estímulos de Pulpacha, mi hermano mayor. Por él me ingresaron The Beatles, Deep Purple, La Máquina de Hacer Pájaros, Crucis, Almendra, Los Abuelos, me enamoré del rock nuestro, fui a infinidad de recitales, escuché mil discos, y encontré los puntos en común entre mi primer amor y el segundo en las letras, en Buenos Aires, en lo urbano, en los estilos de vida, en las bohemias. Por todo eso soy tanguero, y soy rockero.
La grabación del disco en vivo ya tuvo su debut el viernes pasado a la misma hora, y en el mismo lugar. “Puede haya estado un poquito más nervioso y errático que de costumbre”, reconoce. “Así que espero que esta nueva fecha traiga una especie de revancha personal. Tengo que encontrar ese punto medio entre cantar como siempre, y a la vez no olvidar que eso va a quedar grabado. Espero poder, pero no sé si podré”, se ríe.
El
repertorio mestizo que Cucuza encaró esta vez hace convivir piezas clásicas del
tango ("Después", "Yuyo verde", "El clavelito"),
con "Yo te amo" (Sandro), "Ella ya me olvidó" (Favio) e "Irresponsables"
(Babasónicos), todas sostenidas por la solidez de un trío que el cantor adora.
“Son increíbles músicos, y no lo digo para la
tribuna,, ¿eh?”, sentencia. “Gran parte de esta grabación tiene que ver con este trío
poderoso, pero que a su vez no pierde matices ni fineza… los tres tienen el
instinto y el conocimiento suficiente como para parrillear o leer una partitura sin mosquearse. Herramientas más
que sólidas, obvio, para descansar en su solidez."