Un estudio reciente advirtió que los perros braquicéfalos -más conocidos como Bulldogs- tienen el doble de probabilidades de padecer problemas de salud que otros perros. Aunque se los considera "lindos y tiernos", los especialistas aseguran que continuar con la crianza selectiva de esta raza sería sumar animales que desde cachorros están condenados a sufrir varias dolencias inevitables a lo largo de su vida.
De acuerdo a la investigación desarrollada por profesionales británicos, en los últimos años la braquicefalía -que representa un hocico chato- se llevó al extremo en el caso del bulldog inglés, el bulldog francés y los pugs. Una acción motivada por la "moda", que deja de lado la peligrosidad que conlleva para el animal.
El informe, publicado en la revista Canine Medicine and Genetics, analizó más de 2.600 bulldogs que viven en Gran Bretaña y los comparó con más de 22.000 perros de razas diferentes. Los resultados confirmaron una vez más el pobre estado de salud de estos animales, y señalaron que se debe a las “características físicas extremas” generadas durante su cría.
Los problemas de salud más frecuentes detectados fueron: infecciones en los pliegues de la piel (38 veces más probable que en otros perros), un trastorno ocular conocido como ojo de cereza (26 veces más probable) y protrusión de la mandíbula inferior (24 veces más probable). Además, es 19 veces más probable que sufran problemas respiratorios.
El investigador de la Universidad de Londres y coautor del estudio Dan O'Neil aseguró que es fundamental que la sociedad “acepte” que existen “varios problemas serios de salud” relacionados con esta raza por culpa de su físico extremo. “La gente debe exigir bulldogs cuyo físico sea mucho más moderado para que la raza no desaparezca, pero que puedan vivir con bienestar”.
Esperanza de vida inferior
Este no es el primer trabajo que pone la mira sobre la salud de los perros braquicéfalos. Un estudio publicado en abril de este año en la revista Scientific Reports ya mostró que la esperanza de vida al nacer de las razas con la cara chata, como los bulldogs franceses, ingleses y carlinos, era hasta 4,5 años inferior en comparación con aquellas más longevas como los Jack Russell terrier.
El estudio de O'Neil también señaló este problema y detalló que solo un 9,7 por ciento de los bulldogs analizados tenían más de ocho años, mientras que el 25,4 por ciento del resto de razas superaban esa edad.
Ante este escenario, veterinarios en diversas partes del mundo están pidiéndole a las personas que no compren estos perros, ni fomenten su crianza selectiva, hasta resolver los problemas ya identificados. Países como Holanda y Noruega prohibieron la cría de los perros braquicéfalos.
"Eso no significa que haya razas que deban desaparecer, pero si se deben pensar en alternativas disponibles que permitan mejorar su estado de salud", sostuvo el especialista.
Asimismo, expuso que en los criaderos conocen la existencia de estas enfermedades relacionadas con el cuerpo de la raza hace más de un siglo, pero no hacen nada para pasar a una cría responsable.
Es por ello que consideró que las personas tienen un papel protagónico a la hora de impulsar el cambio, preocupado por el bienestar de este tipo de canes icónicos y populares. “Los cambios son necesarios para que las mascotas vivan una vida saludable sin sufrimiento derivado de una crianza selectiva”, concluyó O'Neil .