Las criaturas que Fernando Peña creó convivían, interactuaban y hasta se peleaban entre sí. El actor y conductor de radio uruguayo falleció el 17 de junio de 2009 en la clínica Fleming, producto de un avanzado cáncer de hígado agravado por su condición de VIH positivo. Sin embargo, las horas de radio que dejó como legado siguen vigentes y acumulan cientos de miles de visitas en los recortes que todavía están disponibles en internet. A 13 años de su muerte, estos son sus personajes más recordados.

Palito

Una broma para el cantante Palito Ortega, eso fue lo que inspiró a Peña a crear esta criatura, aunque después su personaje nunca hizo bromas con el intérprete tucumano. En palabras de Peña, Palito era "un negro cabeza", aunque "buena persona" y lleno de amigos "de fierro". 

Milagros López

La historia de Milagros López se remonta a las épocas en las que Fernando Peña trabajaba como comisario de abordo y encarnaba diversos personajes para divertir a los turistas. Quien descubrió a este personaje fue Lalo Mir, que era pasajero del vuelo y quiso conocer a la mujer que con voz caribeña daba las indicaciones. Esa escena fue el puntapié que llevó a Peña a la radio. "Milagritos es la madre de todos", aseguraba Fernando respecto a todas las demás criaturas que creó a lo largo de su carrera.​

Martín Revoira Lynch

En este personaje Peña concentraba los estereotipos de un empresario de clase alta, que despreciaba todo lo que sea de producción nacional, vivía en zona norte y hablaba con un tono de voz inconfundible. En Parquímetro, la tira diaria que era emitida por radio Metro, Revoira Lynch realizaba la sección "Gente como uno", en la que protagonizaba escenas de lo más desopilantes para resolver sus problemas cotidianos. Además, tenía como muletillas palabras como "bolo", "man" y "o sea".

La Mega

Este personaje empezó, según contó Fernando, como una colaboración con el programa Huevos Fritos, conducido por Ronnie Arias. La Mega empezó con un perfil diferente al que se popularizó más tarde, en principio era una mujer "patetica", según el propio relato de Peña, y luego fue acomodándose al perfil de que adoptó el personaje final: una chica modesta, oriunda de Canelones, que sueña con casarse a pesar de los comentarios subidos de tono que repite constantemente. "La mega es yo de chico disfrazándome y pintándome la boca", reconoció.

Mario Modesto Sabino

Sabino era un hombre mayor que tenía una voz ronca muy particular. El personaje nació por un taxista que llevó a Peña desde Suipacha y Santa Fe, en la Ciudad de Buenos Aires, hasta el Aeropuerto de Ezeiza para tomar un vuelo. Durante el viaje, el conductor contó todo tipo de anécdotas graciosas y con un aire de superioridad desde donde creía tener la verdad de todas las problemáticas de la vida. Según contó Fernando, Sabino le recordaba a su propio abuelo "y al abuelo de un montón".