Lito Vitale: “She's leaving home”. El arpa levemente distorsionada, y el magistral arreglo de cuerdas del indispensable George Martin hacen de esta canción una sublime obra de arte. "Live And Let Die” también es una genialidad. Tiene el justo espíritu épico indispensable de un tema para 007, además de los cambios de tempo, la dinámica de la canción y esa voz que cada día suena mejor la convierte en un hito. Y “The long and winding road”, también es un temazo por donde se vea. Con ese polémico coro en versión Naked, la canción tiene un lirismo y una emoción única.
Litto Nebbia: Elijo “Here, there and Everywhere”, porque es donde de manera notoria aparecen líneas melódicas que caracterizan a Paul… esa mixtura que une la impronta del bolero con un giro hacia la música clásica, cuando llega el momento del estribillo. Recuerdo que él dijo que al escribirla sintió estar influenciado por el divino tema “God Only Knows one” de Brian Wilson, de The Beach Boys. Por su parte, “Hold me tight” es una de las canciones más originales de la primera época. Pertenece al período de los tres primeros álbumes de The Beatles, que son mis preferidos. Está considerado por el propio Paul como un tema fallido, pero para mí tiene su encanto en la energía de la línea melódica principal. Y “Lady Madonna” marca otra de las virtudes de McCartney cuando aborda un tema de mayor vertiginosidad rítmica. Siempre en este tipo de canciones surge la evocación de la canción folklórica inglesa o el boogie norteamericano.
Tito Losavio: Me quedo con “Martha my dear”, porque se la hizo a su perra y porque es una canción hermosa; con “Maybe I'm Amazed”, tremendo tema donde Paul canta increíble, rompiendo la voz; y con “Love is strange”, un tema con aire africano con intro larga y grooveando. Distinto.
Moris: “Hey Jude”, “Yesterday” y “Let it be”, los tres por sus melodías, sus letras y sus ingeniosos arreglos. También valoro la sentida interpretación vocal. Memorable cantante, Paul.
Miguel Cantilo: Es una elección aleatoria porque simplemente son temas que me gusta cantar. De la etapa Beatle, “Your mother should know” y “Michelle”, y de su etapa solista “Monkberry moon delight”.
Rubén Goldín: Mis preferidas son "Oh darling", ya que es del primer disco de Beatles que tuve a los 15 y lo sé de memoria; "Junk", porque Paul logra una belleza con pocos elementos: una guitarra acústica, el bajo, el bombo de la batería... y una melodía simple pero hermosa como resultado. Y “Eleanor Rigby" para mí una obra maestra, un temón basado prácticamente en dos acordes, y es un ejemplo de letra también… los personajes, ella, el cura, la iglesia, la boda, la muerte... ¡una genialidad!
Christian Basso: Me quedo con “For no one”, porque la cadencia del tema y la letra me emocionaban profundamente. De chico fue la primera vez que lloré por escuchar música, con ese tema. El otro es "Helter Skelter"… La agresividad del riff y los vocales hacían juego con mi rebeldía adolescente. Y "Martha My Dear", una excelente composición en una tonalidad poco habitual. Gran melodía y pulso armónico. Una masterclass de composición.
Leo Sujatovich: “Blackbird”, “Eleanor Rigby” y “Another day”, las tres me formaron como persona y músico. Mi alma y mi ADN están conformados en gran parte por estas canciones y muchas más de Paul. Es el único Dios que reconozco.
Chango Spasiuk: “Golden Slumbers”, “Eleanor Rigby” y “Jenny Wren” son canciones que recuerdo espontáneamente y me gustan mucho. Es más, en algún momento me gustaría hacer una versión.
Gonzalo Aloras: “The long and winding road”, es posiblemente una de las mejores canciones de todos los tiempos, más allá de géneros y estilos. “Blackbird” es un monumento sonoro frágil y eterno a la vez, desde la música pop a las manifestaciones contra el racismo en EEUU y el mundo. Y “For No One” muestra que el estilo de composición de Paul es tan singular que puede apreciarse a la distancia y con tan solo un par de notas.
Fernando Goin: “Let It Be” y “You Won’t See Me”, de la etapa Beatle están dentro de mis preferidas. De su etapa solista “Band On The Run” me parece extraordinaria. “Let It be” es quizás la canción más cercana al gospel que pudo haber escrito un artista blanco. Tiene sin duda las cualidades expresivas del género y por sobre todo una secuencia melódica simple y magistral al mismo tiempo. “You Won’t See Me” instala una dinámica rítmica mezcla de soul y groove, que en su momento me voló la cabeza. Y “Band On The Run” por tener tres partes tan diferentes y tan ensambladas magistralmente.
Producción: Cristian Vitale.