El bitcoin mantuvo este sábado su tendencia a la baja, en una jornada en la que llegó a perder 14% respecto del viernes al cotizar por debajo de los 18.000 dólares, retrocediendo así a niveles inferiores a los valores que había alcanzado en 2017.
De esta manera, la principal criptomoneda acumula una pérdida de más del 75% respecto del piso de capitalización de USD 3,2 billones que las más de 10.000 especies habían llegado a valer en noviembre de 2021, cuando el precio del bitcoin rozó los 70.000 dólares.
Al mismo tiempo, todas las monedas virtuales se replegaban este sábado: el ethereum, la segunda moneda digital más comercializada, perdía 17% cayendo por debajo de 900 dólares.
En una semana en que los mercados bajaron ante las dificultades de los países en lidiar contra la inflación y el temor a un debilitamiento de la economía mundial, las criptomonedas pagaron el precio más alto.
El lunes, el mercado virtual cayó por debajo de la simbólica cifra de 1.000 millones de dólares, cuando en noviembre el volumen era de 3.000 millones.
La caída del bitcoin se aceleró además por la suspensión de retiros en dos plataformas de transacción de criptomonedas. Celsius suspendió retiros y transferencias la noche del domingo, y propuso a sus usuarios salir de las criptomonedas "históricas" para invertir en nuevas monedas virtuales.
Por su parte, la plataforma Babel Finance precisó a sus clientes que suspendía todos los retiros debido a "presiones inusuales sobre las criptomonedas".
Despidos y derrumbe de las acciones en todo el mundo
Tras el desplome del martes, que rondó el 5,5%, varias plataformas de intercambio anunciaron recortes de personal. Por ejemplo, la firma Coinbase detalló que va a despedir a cerca de 1.100 empleados, cerca del 18 % de staff. Por su parte, la empresa BlockFi anunció que va a rescindirle el contrato al 20% de su plantilla.
La abrupta caída fue explicada por los especialistas en activos financieros como una reacción del mercado cripto ante el efecto de la suba de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos, que potencia el rojo de las acciones de Wall Street, provoca un verdadero colapso en el negocio de las criptomonedas, amenaza la estabilidad cambiaria de los países emergentes y obliga a bancos centrales como el de la zona euro a trabajar en programas para el rescate de deuda soberana.
El anuncio de los últimos días de Jerome Powell, ajustando el costo del dinero en una cifra de 0,75 por ciento, se lee entre los inversores globales como un golpe difícil de digerir para los mercados globales. Las bolsas de Estados Unidos son algunas de las más afectadas con el cambio del ciclo financiero.
Los informes financieros detallan que el Nasdaq acumula un retroceso cercano al 11 por ciento en lo que va del mes y del 31 en el año. El Dow Jones suma una merma de 9,5 por ciento en lo que va de junio y de 18 por ciento en 2022. En el caso del S&P el retroceso es de 11 por ciento en las primeras dos semanas del mes y de 23 por ciento en lo que va del año.
Las agencias de bolsa plantean su desconcierto respecto de dónde terminarán las caídas de las acciones y otros derivados financieros. Por ejemplo, un documento de Portfolio Personal plantea que tras las decisiones de la Reserva Federal llegaron los anuncios de otros países desarrollados, subiendo sus tasas de interés y reforzando las expectativas de recesión económica.