A medida que se aproximan las fechas límite establecidas por la ley para presentar los frentes electorales y las candidaturas para las elecciones legislativas de este año, la interna del peronismo sube de temperatura: el sector que impulsa la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner insiste en buscar un mecanismo que asegure la presentación de una sola lista para evitar, así, ir a las PASO; mientras que desde el rincón de Florencio Randazzo los retadores insisten en disputar en agosto el liderazgo del espacio a través de primarias. Mientras en la superficie se tensan posiciones, por canales subterráneos continúan las negociaciones para que se abra una salida consensuada al conflicto.

El comando de campaña del peronismo más cercano a CFK seguía estudiando ayer alternativas legales para consolidar la decisión política de no abrir el juego a una eventual disputa interna en el turno electoral de agosto. Por la mañana, el jefe comunal de Avellaneda, Jorge Ferraresi, dijo que la ex presidenta “será candidata a senadora nacional por un frente nuevo” en el que el Partido Justicialista “se declarará prescindente y no participará de las elecciones”, sin embargo con el correr de las horas desde el entorno del intendente relativizaron esa afirmación.

Sacar al PJ de la coalición permitiría evitar que Randazzo se inscriba en las primarias dentro de ese frente, pero dejaría el sello disponible para que lo use el ex ministro de Interior o cualquier otro afiliado al justicialismo que quiera presentarse. Más allá de la simbología tradicional del peronismo, hay otras cosas en juego: según la ley electoral, el financiamiento de la campaña y la mitad de los minutos gratuitos para avisos en radio y televisión se reparten de manera proporcional al resultado obtenido en la última elección, donde el partido obtuvo la primera minoría.

“Es una de las opciones que se están evaluando”, aceptaron fuentes partidarias, que sin embargo advirtieron que las contras son muchas, por lo que buscan otros cursos de acción a seguir. El presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, negó que el sello que encabeza pueda quedar afuera del frente que lleve a CFK como candidata, pero insistió en la necesidad de llevar una lista de unidad: “Siempre existen diferencias circunstanciales y estrategias particulares, pero hay momentos trascendentales en la vida política de un país que imponen y demandan poner a las necesidades del pueblo por sobre las ambiciones personales y las del propio frente”, dijo.

Desde el espacio que encabeza Randazzo, volvieron a denunciar un intento de proscripción: “Hace días empezó a circular la versión de que existe la intención de una lista única que no le permita competir a Florencio, es decir, que sea proscripto, y de querer sacarlo de la cancha –dijo el ex titular de la cámara de Diputados, Julián Domínguez–. La mejor manera de constituir una oposición a Macri es que la gente participe de una elección dentro del PJ” con el objetivo de tener “un peronismo republicano”. De todas formas, Domínguez dijo que espera que el encontronazo no llegue a resolverse por la vía judicial, uno de los escenarios posibles en caso de que ninguno de los dos sectores diera su brazo a torcer antes del cierre de listas del 24 de este mes.

En tanto, el jefe de campaña del ex funcionario, Alberto Fernández, sostuvo que “si el peronismo de Buenos Aires es ‘Cristina-dependiente’” entonces se encuentra “en un problema” serio. “Nadie duda de lo que es Cristina, de que tiene tras de sí una cantidad de votos importante, pero hace falta construir una dirigencia de reemplazo”, dijo. “Uno de los argumentos que usan es que no deberíamos ir a las PASO porque Cristina nos ganaría por mucha diferencia. ¿Si me vas a ganar por tanta diferencia, por qué no me ganás y te legitimás con los votos de la gente?”, agregó. 

La respuesta llegó desde Ensenada. El intendente Mario Secco acusó a Randazzo de querer “llevar a una derrota” al peronismo y dijo que el candidato busca “hacer kirchnerismo sin Cristina”, comparándolo con el dirigente gremial Augusto Timoteo Vandor, que impulsaba un peronismo sin Perón. “Randazzo no se da cuenta que lo que queremos es ganar y recuperar los distritos perdidos, y él no garantiza ni el triunfo en Chivilcoy, nos quiere llevar a una derrota”, dijo Secco.

Las diferencias entre los dos sectores deberán estar saldadas antes del próximo miércoles a la medianoche, cuando vence el plazo para la inscripción de frentes electorales que vayan a participar de las PASO. Para entonces, se sabrá si hay un acuerdo, pero todavía quedarán diez días más para el cierre de listas, cuando finalmente se resuelva si el peronismo llegará a las PASO con una propuesta unificada o si finalmente Randazzo podrá materializar sus aspiraciones a enfrentar en una interna al kirchnerismo.