En agosto de 1968, un Graham Nash de 26 años llegó a Los Angeles para un viaje de tres días que planeaba pasar secuestrado con su nuevo amor, Joni Mitchell. Al llegar al pintoresco bungalow de Mitchell en Laurel Canyon, Nash encontró a la cantautora pasando el rato con un par de amigos, los músicos Stephen Stills y David Crosby. Le mostraron una canción en la que estaban trabajando, “You Don’t Have to Cry”. Tras pedirle dos veces que la volvieran a tocar, Nash se les unió para crear una impecable armonía a tres voces. Esa performance debut de Crosby, Stills & Nash tuvo lugar con ese público de una sola persona, Joni Mitchell. Es una escena tan perfecta que parece inventada para que encaje perfectamente en una biopic. "Sí, ¿no?", dice Nash, ahora con 80 años, desde su hogar en el East Village de Nueva York. "Pero eso es exactamente lo que sucedió. Y tengo un montón de momentos como ese en mi vida."

Así comenzó la intermitente historia de uno de los primeros y más grandes supergrupos del folk rock: Crosby del californiano combo de folk-country The Byrds, Stills de los canadiense-estadounidenses Buffalo Springfield y Nash, del mancuniano grupo pop The Hollies. Tras lanzar el sublime album epónimo de 1969, el trío agregó un cuarto miembro, el ex compañero de Stills en Buffalo Springfield, Neil Young: así hicieron su debut en vivo en Chicago, como calentamiento antes de tocar en el festival de Woodstock. Le dieron una banda de sonido a la contracultura de la época y continuaron con varias iteraciones hasta separarse, aparentemente para bien, tras una gira final de Crosby, Stills & Nash en 2015. En los años transcurridos desde entonces, Nash ha vuelto a la ruta en solitario. Su nuevo disco, Graham Nash: Live lo retrata en el noreste de Estados Unidos en septiembre de 2019, revisitando sus discos Songs for Beginners (1971) y Wild Tales (1974).

La desintegración de Crosby, Stills & Nash ha sido siempre atribuida a una agria pelea entre Nash y Crosby, con lo que es notable que algunas de las canciones autobiográficas de esos discos fueran escritas en un momento en que su amistad estaba en el mejor momento. En 1969, tras la trágica muerte de Christine Hinton, novia de Crosby, en un accidente vial, Nash se comprometió a estar junto a su amigo. "Francamente, nos fuimos a andar por el mundo bebiendo", recuerda. "Courvoisier y Coca Cola, ¡qué trago! Sabía que David sufría una profunda depresión por Christine. Estaba muy frágil. Por un momento temí por su vida."

Tras volver a Estados Unidos de su gira alcohólica, Nash abordó la goleta de Crosby Mayan en enero de 1970 para un viaje de 5 mil kilómetros, siete semanas de Fort Lauderdale en San Francisco vía Canal de Panamá. En sus memorias de 2013 Wild Tales, Nash recuerda haber cargado el bote con "una buena carga de hierba y una interminable reserva de cocaína". Eso solo ya parece un buen dolor de cabeza para una tripulación que incluía a Crosby y Nash en el pico de su prodigioso consumo de drogas, pero Nash desdeña mi incredulidad con un audible suspiro. "Sí, bueno, llevamos lo suficiente para nosotros... qué le vas a hacer."

Aunque estuvieran dándole un nuevo sentido al término "navegar", el viaje fue productivo para Nash, que volvió con una serie fresca de canciones que incluían “Man in the Mirror”, “Southbound Train”, “Frozen Smiles” y “Wind on the Water”. En la superficie, esta última trataba del avistaje de una ballena azul en la costa de Guatemala, pero en realidad era un retrato de Crosby. "No soy un marinero, así que no veía todo lo que Crosby estaba viendo", recuerda Nash. "Estaba solo para pensar y escribir y llenar mi cuaderno con ideas. Nunca antes había navegado, y lo siguiente que supe es que estábamos pasando Cuba, pasando el Canal de Panamá y subiendo la Costa Oeste. ¡Tamaño viaje para ser el primero!" A pesar de la calidez de estos recuerdos, Nash deja claro que no tenía interés en seguir escarbando el naufragio de su amigo. La vida continúa, sugiero. "Así es", dice Nash bruscamente. "¡Y yo también!"

De vuelta en tierra firme, Nash fue a la casa de Mitchell en Laurel Canyon, donde recibió un telegrama de ella, que estaba pasando unos días en el pueblo Matala de la isla griega de Creta. Decía: "Si retenés arena demasiado fuerte en tus manos, se escurrirá por tus dedos. Amor, Joan", dándole una señal de que la relación estaba llegando a su fin. "Fue un telegrama devastador pero bueno, todos hemos tenido uno como ese", dice Nash. "Un corazón destrozado ha generado un montón de canciones interesantes."

En respuesta, Nash escribió "Simple Man", que fijó sus sentimientos sobre la relación. La tocó por primera vez con Crosby, Stills, Nash & Young en el Fillmore East de New York, con Mitchell entre la audiencia. "No me di cuenta hasta que agarré el micrófono para cantarla", recuerda Nash. "Miré y Joni estaba sentada allí, en la tercera o cuarta fila. Fue raro, fue emocional, pero lidié con ello." ¿Consideró no tocarla? "No, para nada". ¿Porque decía lo que le quería decir a ella? "Absolutamente", dice. "Mi relación con Joni fue una maravillosa parte de mi vida, de verdad. Una vez que te enamorás de Joni Mitchell, y vivís con ella algunos años..." Se detiene. "Ella aún sigue en mi corazón."

Nash salió con Mitchell luego de que ella saliera con Crosby, dándole forma a un triángulo amoroso que impactó en la dinámica de la banda. No fue la primera vez que pasó algo así. "Better Days", una de las mejores canciones solistas de Nash, fue escrita sobre la cantante Rita Coolidge. "Conocí a Rita la noche en que Stephen estaba haciendo las voces de ‘Love the One You’re With’",dice. "Había grabado la canción en Londres y la había llevado a Los Angeles para meter la voz. Esa noche estábamos Crosby y yo, por supuesto, varias otras cantantes y Rita Coolidge. Fue la primera noche que ambos la conocimos."

Nash invitó a salir a Coolidge, pero Stills la llamó y le dijo que estaba enfermo y que él saldría con ella en su lugar. Vivieron juntos un tiempo antes que Nash, sin inmutarse, empezara su propia relación con ella. La frase de "Better Days" que dice "No llores porque ella se fue, sólo está siguiendo adelante" cobra mayor sentido cuando se sabe que Nash le está diciendo brutalmente a su compañero de banda que ella "sigue adelante" para estar con él. "Seguro, tiene un objetivo", dice Nash. "Rita toca el piano conmigo en 'Better Days'". ¿Y cómo lo tomó Stills? "¿A quién le importa?", escupe Nash. "¡Vamos, eso fue hace 50 años!"

Graham William Nash nació el 2 de febrero de 1942 en Blackpool, donde su madre había sido evacuada cuando los nazis bombardearon Manchester. Volvieron a Salford, donde el adolescente Nash formaría The Hollies con su amigo de la escuela Allan Clarke. Lanzaron su disco debut en 1964 y rápidamente se convirtieron en uno de los más exitosos grupos ingleses de la era, incluso actuando como teloneros de The Beatles en el Cavern de Liverpool. Pero hacia el fin de la década quedó claro que estaban tomando direcciones diferentes. Nash escribió "Sleep Song" -más tarde incluida en Songs for Beginners- para los Hollies, pero fue rechazada. "Fue a causa de una línea que escribí, 'Voy a quitarme la ropa y tenderme a tu lado'", explica Nash, antes de poner un acento mancuniano para imitar la respuesta de los demás: "'Oh, ¡no podés escribir eso! No, de ninguna manera. Somos una banda pop, ¿te acordás?' Teníamos prioridades muy diferentes."

Mientras sus compañeros estaban conformes con tomarse ocho pintas de cerveza por noche, la cabeza de Nash estaba cambiando por la emergente contracultura. Inspirado por autores beat como Allen Ginsberg y William Burroughs, en 1967 se fue a Marruecos, escribió "Marrakesh Express" sobre sus viajes y, dice, "la diferencia entre el alcohol y las drogas." Alrededor de la misma época fue introducido al ácido por Mama Cass de The Mamas and the Papas, una experiencia educativa: "Nada tiene sentido, entonces todo tiene sentido."

Nash, que ya había escrito para The Hollies "Too Many People", sobre la revolución Mau Mau en Kenia en 1965, empezó a verse cada vez más como un compositor político, un comentador social. "Be Yourself", de su debut como solista, presenta versos proféticos: "Necesitábamos un tutor / y construimos una computadora / Y nos programamos para no ver". Nash apunta que en el momento en que la escribió, a comienzos de los los '70, nunca había visto una computadora. "Sabía que existían, porque en los '40 se había construido la Eniac en el norte de Inglaterra, pero por supuesto en 1971 nadie tenía una computadora personal. De hecho, creo que IBM sacó un comunicado en el que decían que sólo se necesitarían cinco computadoras en el mundo."

En febrero de este año, Nash se unió a sus ex compañeros para sacar su material conjunto y solista del servicio de streaming Spotify, en respuesta a la controversia sobre el podcast de Joe Rogan diseminando información falsa sobre el Covid. "Una de las grandes cosas de internet es que le da una voz a todos, y una de las cosas jodidas de internet es que le da una voz a todos", dice Nash. "Algunas de las personas más dementes están usando sus voces para las razones más extrañas. Hay una increíble cantidad de desinformación e información maliciosa por ahí, particularmente de Joe Rogan y Spotify. Cuando ponés gente que dice que no tenés que usar una mascarilla, o que 'no deberías vacunarte porque están metiendo semillas de información en tu ADN...' ¡Vamos! Es un puto virus y estamos tratando de lidiar con él, ¿sabés? Así que sí, me hizo feliz sacar mi música de allí."

Está igualmente preocupado por las redes sociales. "Con Elon Musk tomando el control de Twitter quizá haya todo otro problema", dice. "¿Va a dejar volver a Trump?". Nash ha sido un notorio crítico del ex presidente, y en el nuevo disco en vivo deja caer el nombre de Trump en lugar de "The Man" en la letra de su hit antibélico "Military Madness". "Parece que no aprendimos nada de la historia", dice, y agrega que el actual período de convulsión social y política es el más dramático de todos los que haya visto. "Cuando estábamos atravesando la locura de Nixon y Watergate pensamos que no podríamos ver nada más loco que eso. ¡Y esto es mucho más loco! Nuestra democracia está en riesgo, en términos muy reales. El ascenso de autócratas de ultraderecha alrededor del mundo es algo aterrador."

Nasha ha tenido un asiento de primera fila en toda una franja de revoluciones culturales, como haber estado presente -por invitación de Paul McCartney- en la histórica grabación de The Beatles de “All You Need Is Love” en 1967, la primera transmisión televisiva en vivo a escala global. Aunque conoció a la banda en ese momento, dice que se encontró pegado al documental de Peter Jackson Get Back, sobre la realización de Let It Be. "¡Pensé que era insanamente largo!", dice. "Pero lo que terminé viendo fue el testimonio del método de escritura de John y Paul. Cuando los ves parados cara a cara, murmurando extrañas palabras y extrañas melodías hasta que alguien dice 'Ah, eso está bien, voy a poner una frase ahí'... cuando los ves llevando a cabo su proceso, y estos son dos de los mejores compositores pop de la historia... fue algo muy emocionante para mí."

El músico cree que no podría hacerse una película tan reveladora sobre el proceso creativo de Crosby, Stills, Nash & Young. "Dios lo sabe, no creo que nadie pueda contar la verdadera historia de lo que pasó con CSNY, ni siquiera nosotros", dice. De todas maneras, confirma que aún existen charlas con Robert Zemeckis, director de Volver al futuro, para hacer un documental sobre la banda. "Tengo una cita para llamarlo justamente hoy", señala. Le digo que ojalá suceda porque, como The Beatles, la música que hicieron juntos puede ser atesorada y escuchada tanto tiempo como la humanidad ande por ahí. Nash dispara: "¿Y cuánto tiempo creés que puede ser eso?"

A pesar de estos flashes de cinismo, Nash dice que se sintió inspirado por una gira reciente en Norteamérica en la que muchos fans le mostraron los tickets que conservaban desde que los shows originales fueron cancelados, dos años y medio atrás. "Eso para mí significa esperanza", señala. "Quiere decir sí, estamos jodidos, pero todavía tengo tus tickets porque tuve la esperanza de que la música en vivo volvería, y tengo la esperanza de que mañana será un día mejor, y así será."

Nash continúa siendo creativamente productivo, y revela que a casi medio siglo de Wild Tales actualmente está dándole los toques finales a su tercer disco de estudio solista, grabado de manera remota durante la pandemia con Shane Fontayne, ex guitarrista de Bruce Springsteen y Todd Caldwell, tecladista de Stephen Stills. Dado lo francos y personales que fueron sus dos primeros discos, le pregunto sobre qué se ha inspirado a escribir esta vez. Y entonces se pone taciturno otra vez. "El amor, el odio", dice finalmente. "¡La misma mierda!"

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.