Un informe científico realizado en 2005, en Bariloche, ya alertaba sobre las consecuencias de las construcciones en pendientes naturales. Luego del deslave ocurrido el 6 de junio pasado sobre la ladera del cerro Otto en el complejo turístico Villa Huinid, en la ciudad de San Carlos de Bariloche, en el que resultaron muertas tres personas, los especialistas renuevan el alerta.
En 2005, un equipo de investigación del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), en conjunto con el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Minerales de Alemania (BGR), la Municipalidad de Bariloche y la Dirección de Minería de la provincia de Río Negro, realizó un informe para alertar sobre peligros geológicos y contribuir a la gestión sustentable de los recursos naturales de la ciudad.
"No estamos hablando de un alud. Un alud sucede en cauces naturales de arroyos o ríos existentes, que por algún motivo crecen y se produce una creciente acompañada por material arrastrado. En este caso se rompió un muro de contención. Son cosas que pasan cuando se modifica la hidrología del terreno", señaló ayer Thomas Kitzberger, profesor de Ecología en la Universidad del Comahue e investigador del Conicet en el Instituto de biodiversidad y medioambiente Bariloche.
"En un bosque natural el agua se infiltra, la cobertura boscosa hace que las gotas caigan más despacio, y el agua se escurre hacia las napas profundas que luego llegan a la superficie mayor de agua, en este caso el lago Nahuel Huapi", explicó el especialista, y detalló que "cuando se reduce la cobertura boscosa y se reemplaza por una cobertura impermeable, como es una estructura de hormigón, se disminuye esa infiltración y aumenta la correntía en superficie, por lo que puede pasar que los arroyos busquen su drenaje hacia las zonas bajas".
"Con agua el suelo se vuelve más pesado"
Según informó la Secretaría de Protección Civil de Bariloche, el día del deslave cayeron 90 mm de lluvia en menos de 12 horas. "Si el agua drena hacia el muro de contención, ese suelo, que era liviano, se llena de agua y se puede volver muy pesado", aclaró Kitzberger.
"Las zonas del faldeo del cerro Otto, cuenca inferior del arroyo Ñireco, y la pampa de Huenuleo son los sectores en los cuales se presentan los mayores problemas geoambientales", detalla el documento, que advierte que "las inundaciones y la inestabilidad de pendientes (incluyendo Avalanchas de nieve, Deslizamientos, Flujos de detritos y Caídas de rocas) constituyen los principales factores de peligrosidad natural".
El mismo informe advierte sobre la construcción en pendientes de más de 25 grados y recomienda "incorporar al Código Urbano el concepto de distancia de seguridad para la ocupación y construcción".
"Hay que plantear una planificación ordenada de la urbanización", señaló el ecólogo del Conicet. Y agregó: "Sabemos hace mucho que deforestar produce cambios hidrológicos. Tenemos que encontrar la forma de convivir con los bosques que tienen sus reglas naturales, y construir una ciudad amigable con ellos y armoniosa con la biodiversidad", concluyó.
Según afirmó el jefe de Gabinete de la Municipalidad, Marcos Barberis, el área de Obras Particulares había ordenado a la empresa All Flag, propietaria del complejo, que paralizara la obra, pero desde febrero de este año no se habían realizado controles.
En el marco de la causa, que investiga la muerte de tres personas que se encontraban alojándose en el hotel, la fiscalía conformará un grupo de peritos especializados en ingeniería, movimiento de suelos y geología para realizar peritajes en la zona. También pidió informes a la Municipalidad de San Carlos de Bariloche, así como al establecimiento hotelero involucrado, con el objetivo de poder determinar la responsabilidad de las partes.