- ¿Un día como hoy te escribe mucha gente?
- Es gracioso, me escriben y me dicen “feliz día”, es raro. Me parece lindo que me identifiquen con la Patria, es hermoso. Por algo me llamo Belgrano.
Cuando era chica, a Jessica Belgrano le costaba comprender por qué su apellido aparecía al lado de la figura del hombre que creó la bandera. Chozna de Pedro, el hijo de Manuel Belgrano, cuenta que de niña le parecía “un plomo”. Ahora, con 50 años, habla con Página/12 con emoción y pasión al recordar algunos de los sueños del prócer: “Fue de avanzada, pensó la siembra, la alternancia del cultivo y las escuelas”.
El parentesco de Jessica Belgrano con el creador de la bandera fallecido el 20 de junio de 1820 es por parte de un hijo que Belgrano tuvo con su amante, María Josefa Ezcurra. De aquella relación nació Pedro, criado por Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezucrra. Recién a sus 20 años supo que era hijo de Belgrano.
“Tuve muchos procesos a lo largo de mi vida con el apellido. Tengo 50 años, la edad que tenía Manuel cuando se murió. Cuando era chiquita me parecía un plomo, recuerdo que en primer grado, el 20 de junio la maestra puso mi apellido debajo de la foto y yo no entendía nada”, cuenta Jessica. “Yo la pasaba mal en los actos, me paraban frente a todos, me recuerdo con dos colitas apretadas, el delantal de escuela privada que era un espanto, parada frente al público, con el árbol genealógico en la mano, quieta y muda. Era como un bronce que le había tocado al colegio y nada más, no había charlas. Decían ‘uy, mirá qué bueno’, pero no se usaba como recurso para nada”, rememora.
Con el paso del tiempo, sin embargo, pasó de “odiarlo” a que le fuera indiferente, hasta que la impactó ver la reacción que generaba cuando mencionaba su apellido en público: “Me decían ‘¡qué honor!’ y ahí aprendí a convivir y a disfrutarlo, pero también a averiguar qué onda, me empecé a meter y descubrí que era de un nivel de avanzada admirable. Porque lo bueno que tiene este hombre del que desciendo es que dejó todo por escrito”, dice Jessica, que inmediatamente recita:
- “El que castigue a los trabajadores rurales pagará una multa…”
- Las tierras que no produzcan serán repartidas…”
- ¿Después empezaste a dar charlas en las escuelas?
Me hice un guion y supe que lo iban a enseñar para siempre. Por lo menos aprovechemos sus ideas para hacer un país mejor. Me empiezan a llamar de las escuelas antes del 20 de junio, cuando están preparando al personaje porque prometen lealtad a la bandera, para darle un contenido ideológico y político, no partidario. Belgrano era político y tenía una ideología, y creó una bandera en función de lo que pensaba. Yo trato de enseñar eso que pensaba. Mi apuesta es al futuro: ya que nosotros no lo pudimos hacer y no se pudieron llevar adelante algunas ideas grosas en 200 años, sembremos ese futuro ahora.
- ¿Qué idea de Belgrano que no es tan conocida es la que más te conmueve?
Hace poco leía algo de las clases sociales, que las pensó antes que Marx. Cada vez que leo algo nuevo me conmueve, pienso “qué cabeza”. Pertenecía a una de las familias más ricas de Buenos Aires, no tenía ninguna necesidad material, por suerte tuvo necesidades espirituales. Me conmueve que haya puesto en primer plano a los demás antes que lo propio, que haya tenido una mirada federal. Estudió Abogacía, pero tenía otras inquietudes, necesitaba pensar, acción. Pensó la siembra, la alternancia del cultivo, las escuelas, que el Estado se hiciera cargo de la educación, de que las niñas vayan a las escuelas. Me conmueve que se haya sentido interpelado por el bien común.
- Hay muchos Belgrano…
Él tuvo una hija y un hijo, naturales los dos. Hay muchos Belgrano. Los que descienden de la hija, excepto una "prima" - no somos primas de sangre -, no son muy revolucionarios. No sé cómo lo viven, yo quedé medio afuera de la familia desde que soy un poco más revolucionaria, lo importante es que las ideas de Belgrano lleguen a las cabezas de quienes en algún momento serán líderes políticos o económicos.
Una carta a Cristina Kirchner
En 2014, Jessica le escribió una carta a Cristina Kirchner en la que le remarcaba que si Belgrano estuviera vivo, sería kirchnerista. La entonces presidenta la compartió en las redes sociales. “Me emocionó inmensamente”, afirmó. En la misiva, Jessica le transmitía que había una descendiente de Belgrano que apoyaba a su gobierno. “Siempre me emocionó escuchar de su admiración por mi abuelo, un hombre cabal y honesto, justo, generoso, un estadista y un gran patriota”.
"Esa frase que dicen que dijo: `Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria`, la imagino en boca de Néstor, en su boca, Cristina. No dudo que Belgrano hubiera sido kirchnerista si hubiera vivido en esta época", decía la carta.
“El peronismo es belgraniano”
- ¿Viste a lo largo de la historia reciente algún dirigente que sin citar a Belgrano representara algunas de esas ideas que a vos te conmueven?
(Risas) No me hagas hablar, porque me dejan de invitar a la Navidad… Cuando resolví ejercer el apellido, no por chapear, vi que el peronismo es belgraniano, dije ‘bueno, es por ahí’, mal que les pese a todos los conservadores que se lo llevan para su lado, porque era muy cristiano-católico, y eso genera una apreciación medio errada. Y aparte murió pobre y lo ensalzan como si fuera un lugar al que llegar, ‘tenemos que morir pobres’, pero hermano, si estás lleno de plata, no tenés razón para decir eso. La injusticia de la pobreza no se defiende, él murió pobre reclamando que le paguen los sueldos que donó para hacer escuelas. Esa mirada por el otro antes que la propia sólo la vi en el peronismo.
Yo vivo en Almagro, voy a las escuelas que me quedan accesibles en cuanto a la distancia. Me llaman del Sur, del Norte. Sería hermoso en otras provincias también se puedan ver las carita que yo veo en los niños cuando les digo ‘soldados de la Patria, de pie’, y se emocionan cuando les cuento que Belgrano murió sin ver sus sueños no cumplidos. Yo les armo el árbol genealógico, soy una parte de Belgrano parada en el aula.