El comunicador y especialista en infodemia y fake news, Mauro Brissio, celebró este lunes que su iniciativa de juntar firmas para debatir un proyecto de ley anti-fake news está cobrando mucho impulso y recibido de forma positiva por la sociedad. El docente y consultor político propone debatir sobre la utilización de noticias falsas y poder establecer sanciones para aquellos periodistas que usan sus espacios de exposición para difundir este tipo de contenido.

“Hace cuatro semanas lanzamos esta propuesta. El objetivo es discutir qué podemos hacer con la difusión de noticias falsas. La idea es que no solamente se discuta en el Congreso, sino que la sociedad hable del tema en todos los ámbitos. Nos debemos la discusión sobre qué hacer cuando se usa la mentira como instrumento político”, dijo por AM750.

Brissio explicó que en la actualidad hay un promedio de una noticia falsa por día. “O nos quedamos cruzados de brazos viendo cómo esto aumenta o damos la discusión. No soy iluso. Entiendo que hay legisladores que hacen lobby a las grandes corporaciones. Si no damos el debate entramos a un callejón sin salida”, advirtió.

Para el especialista es importante superar el proceso inicial del debate, ya que “cada vez que quieren hablar del tema dicen que atenta contra la libertad de prensa”. En este punto, aclaró: “Darle micrófono, darle cámara, a una persona que recomienda tratamientos que no fueron aprobados por la Anmat, que es antivacunas, no es garantizar el derecho a la libertad de pensamiento de expresión, es atentar contra la salud pública, contra la vida del pueblo, contra la democracia”.

Sobre este punto, utilizó dos ejemplos: “Yo soy docente y tengo alumnos que no se quieren vacunar contra el covid porque tienen miedo. Creen que traen chips o es veneno. Esto que para nosotros parece una locura tiene que ver con una mentira que se instaló y caló muy hondo. Una vez una alumna en plena pandemia me dijo que con una amiga probaron la lavandina para curarse del coronavirus”.

El segundo relato es casi previsible: “Vamos a poner el ejemplo de Viviana Canosa tomando dióxido de cloro en vivo. Ella finalmente fue procesada. Pero no por fake news, sino por el ejercicio ilegítimo de la medicina. La figura de fake news no existe”.

Parece que muchos periodistas no entienden que lo que dicen tiene consecuencias. La mayoría de las profesiones cuando se hacen mal tienen sus consecuencias. Cuando contratás un albañil y hace mal el trabajo, lo llamás y le decís que lo haga bien. Pero cuando el periodista hace mal su laburo, nadie lo llama y le dice que se retracte”, finalizó.