Se acabó una etapa. El ranking ATP, tarde o temprano, refleja la realidad de cada tenista que lo habita. Esta vez fue más tarde que lo habitual por el extendido congelamiento de los puntos producto del parate del circuito de tenis por la pandemia: este lunes, con la última actualización, Juan Martín Del Potro desapareció del listado.
La última ubicación del tandilense en el escalafón intenacional databa de la semana pasada, lapso en el que se colocó como el 761° del mundo. Número tres del ranking a mediados de agosto de 2018, este lunes perdió el cúmulo final de unidades que atesoraba para la construcción de su ranking de las últimas 52 semanas.
Hasta este lunes, en el que aprovechó para dar un mensaje por el Día de la Bandera, Del Potro sólo tenía 23 puntos correspondientes al 50% de la cosecha por los octavos de final del ATP 500 de Queen's, instancia que no pudo disputar ante Feliciano López por haberse resbalado en el triunfo contra Denis Shapovalov, la fatídica caída que profundizó su andar por las penumbras.
La etapa oscura para el tandilense comenzó en octubre de 2018, cuando se fracturó la rótula derecha en un partido ante el croata Borna Coric en el Masters 1000 de Shanghai. Desde entonces nunca dejó de buscar soluciones. Probó con tratamientos conservadores, consultó con varios médicos, intentó algunos regresos truncos y afrontó nada menos que cuatro cirugías. Se trató, en un principio, con Jorge Batista, el reconocido médico de Boca, y luego hasta consultó con otros profesionales de renombre como el estadounidense Harlan Selesnick, el médico del Miami Heat de la NBA, o Guillermo Arce, un traumatólogo a quien le acercó los estudios a la costa atlántica.
En aquel torneo de Queen's se resintió: días después encaró la primera intervención quirúrgica con Ángel Ruiz Cotorro, el médico de Rafael Nadal, en Barcelona. Después lo operaron Lee Kaplan, en Miami, en enero de 2020; Roland Biedert, el hombre de confianza de Roger Federer, seis meses más tarde en Berna; y el tucumano Jorge Chahla, en marzo de 2021, en Chicago.
El 8 de febrero de este año, después de pelear de manera inhumana contra una lesión que no lo perdonó, volvió a pisar una cancha de tenis tras prepararse a conciencia con la meta de brindar una aparición digna ante su gente: aquel martes tuvo su noche de gratitud en el Argentina Open, en una central del Buenos Aires Lawn Tennis Club que rebalsó de fanáticos, el único partido que figura desde esta semana en su perfil oficial de ATP -por haber sido en primera ronda no otorgó puntos-.
"Tengo que mejorar mi pierna porque me cuesta vivir. Yo dejo abierta para siempre la ventaja del milagro. Si lo de hoy fue la última vez me voy feliz. Hoy es un punto y aparte y partir de ahora el tenis queda a un costado. Si mejoro eso voy a poner las cartas sobre la mesa y veremos", expresó, al borde de las lágrimas, después de perder 6-1 y 6-3 ante su amigo Federico Delbonis. Del Potro había tenido su "despedida" pero no tomó la decisión de retirarse.
Poco tiempo después de recibir el cariño del público el tandilense viajó a Muttenz, una pequeña ciudad suiza a ocho kilómetros de Basilea, donde visitó la clínica Rennbahnklinik, uno de los centros de rehabilitación deportiva más valiosos del mundo, para comenzar un nuevo tratamiento, diferente de todos los anteriores. La continuidad del procedimiento para curar su rodilla no tuvo carácter público.
El presente lo encuentra a Del Potro alejado del tenis pero ocupado en temas de índole variada. En los últimos meses capitalizó el alcance de sus canales oficiales para exhibir su imagen en rubros que nada tienen que ver con la raqueta.
Habló mucho de la Fórmula 1 y hasta estuvo en el Gran Premio de Miami junto al piloto mexicano Checo Pérez; ofició de comentarista durante el histórico partido que Rafael Nadal le ganó a Novak Djokovic por los cuartos de final de Roland Garros; y hasta se metió de lleno en la tendencia de los NFT, Non Fungible Tokens por sus siglas en inglés (Token No Fungible), activos digitales cuya autenticidad está garantizada por la tecnología de cadena de bloques, al igual que las criptomonedas. La imagen caricaturizada de sus perfiles en las redes sociales responde a esa movida, como sucede también con otros tenistas como Diego Schwartzman y Juan Ignacio Londero.
La actualidad de Del Potro es un híbrido entre la certeza y la incertidumbre. La realidad lo sacó del ranking ATP después de 18 años ininterrumpidos desde su primera aparición, el 24 de mayo de 2003, dos semanas luego de haber conseguido su primer punto para el listado oficial en un Future en el Highland Park Country Club de Pilar, gracias al triunfo 6-4 y 6-2 en la primera ronda del cuadro ante Matías Niemiz.
Con 15 años y siete meses, apareció como el 1415° del mundo. Nunca más abandonó el listado, ni siquiera cuando descendió hasta el puesto 1045 tras la severa lesión en la muñeca izquierda y volvió para meterse otra vez entre los mejores. Hasta esta semana, con 33 años, sin haber anunciado el retiro pero rodeado de dudas respecto de su futuro con la raqueta en la mano: ¿Habrá lugar para otro milagro?