El próximo Festival Internacional de Cine de Beijing, que se llevará a cabo del 13 al 20 de agosto próximo, tendrá una fuerte presencia argentina a partir de la participación como “país invitado de honor”, la exhibición de películas nacionales y la contribución de la directora Lucrecia Martel como integrante del jurado junto a otras figuras internacionales y locales.
La invitación a que la Argentina protagonice este evento cultural que le permitirá difundir su cultura en el gigante asiático se da en el marco del 50ª aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales y del Año de Amistad entre ambas naciones, declarado por sus jefes de Estado en febrero pasado, con motivo de la visita del presidente Alberto Fernández a Beijing.
Desde entonces, los organizadores de la 12da. edición del Festival Internacional de Cine de Beijing trabajan con el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, con su equipo y con las autoridades de Cancillería y Cultura del gobierno nacional para potenciar la difusión del cine nacional en el mercado chino.
La participación como país invitado de honor se materializará principalmente mediante la inclusión de una figura destacada del cine argentino en el jurado del Festival. La invitada para ocupar ese lugar ha sido la directora Lucrecia Martel, que junto a otras figuras del cine local e internacional contribuirá a elegir las películas ganadoras de las distintas categorías del premio Tiantan (así se denomina a la distinción que otorga el Festival y significa “Templo del Cielo” en alusión al monumento emblemático de Beijing).
“Antes que nada mi agradecimiento al festival por invitar a tantas producciones argentinas”, expresó Lucrecia Martel, quien agregó: “En el nuevo orden mundial de la narrativa, las nuevas plataformas se han vuelto una fuente de trabajo casi exclusiva para las personas que antes trabajaban en cine en mi país. Miles de jóvenes estudiantes tienen sus ilusiones laborales puestas en un lenguaje que hoy se ve especialmente acotado a políticas comerciales. Por eso son muy altas mis expectativas en este festival, para ver si es posible pensar de otra manera el futuro de la narrativa audiovisual”.
Nacida en 1966 en Salta, Argentina, Lucrecia Martel estrenó su primer largometraje La ciénaga en la Berlinale 2001, seguida por La niña santa (2004) y La mujer sin cabeza (2008), ambas lanzada en competencia en el Festival de Cannes, y Zama (2017), que tuvo su premiere en la Mostra de Venecia. Retrospectivas de sus trabajos han sido proyectadas en instituciones del arte y la cultura como Harvard, MoMa, Lincoln Center, Cambridge y el Tate Museum de Londres, junto con clases magistrales acerca del sonido y la narrativa que llevó a cabo alrededor de todo el mundo. Durante la pandemia creó El pasaje (2021), una instalación inmersiva en el EYE Filmmuseum de Amsterdam, una obra producida remotamente a partir de tecnologías diseñadas especialmente para la misma, que busca reflexionar sobre el lenguaje y el racismo al dar voz a lenguas invisibilizadas del norte argentino. Y también estrenó, en la plataforma Cont.ar, Terminal Norte (2021), un unitario musical con Julieta Laso, filmado en la provincia de Salta.
El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, y las autoridades de Cancillería y del Ministerio de Cultura de la Nación contribuyeron a facilitar los contactos con la directora y su equipo, convencidos de la importancia de que una representante de nuestro cine aporte una mirada argentina y latinoamericana a uno de los principales encuentros anuales del cine en Asia.
La distinción como país invitado de honor también implica que se exhibirán, en conjunto con las quince películas que compiten por el Tiantan, diversas películas argentinas en eventos paralelos del festival, que habitualmente atraen a gran cantidad de público, además de representantes de la industria cinematográfica local.
Esta no es la primera vez que nuestro país tiene una participación destacada en Festival de Beijing. En 2016, una película argentina, La patota, de Santiago Mitre, compitió y obtuvo el premio Tiantan como mejor film, mejor guion y mejor actriz (Dolores Fonzi). Por otra parte, en 2021, otra película argentina estuvo entre las quince preseleccionadas para la premiación: Una escuela en Cerro Hueso, opera prima de la directora entrerriana Betania Cappato.
Pero el cine argentino no sólo se destaca en el principal festival de este país, sino que también ha comenzado a abrirse un espacio en las salas comerciales chinas. En octubre de 2021, con una activa participación de la Embajada Argentina en las actividades de promoción, se estrenó por primera vez una película argentina en el circuito comercial de cine de China. La película que conquistó ese logro fue El robo del siglo, de Ariel Winograd, protagonizada por varias estrellas nacionales, como Guillermo Francella y Diego Peretti, quienes se sumaron a las actividades de promoción en las redes sociales. La película fue exhibida en más de tres mil salas en todo el país.
Gracias a ese antecedente, otras distribuidoras cinematográficas de China se están aproximando a nuestro cine. En ese sentido, a mediados de año varias distribuidoras locales, con la participación de la Embajada Argentina, organizarán un ciclo de cine argentino, que exhibirá algunos éxitos recientes de nuestro cine en distintas salas de Beijing, con idea de replicarlo en otras ciudades chinas. El estreno de este ciclo estaba previsto para comienzos de mayo, pero debió ser pospuesto por la situación sanitaria local.
El cine argentino logra vencer las barreras del idioma y las diferencias culturales, consiguiendo despertar la curiosidad y la atención de los espectadores chinos, no solo del nicho de los cinéfilos locales, sino también del público masivo. Esto estimula a continuar trabajando para consolidar la presencia en un mercado de enorme potencial para nuestra industria cinematográfica, al mismo tiempo que supone una herramienta de inestimable valor para acercar a ambos pueblos a través del lenguaje del arte.