El uso excesivo de dispositivos electrónicos genera cada vez más trastornos musculares y visuales, lo que se registra por el incremento de las consultas a especialistas por tendinitis, contracturas, miopías y problemas posturales tras dos años de pandemia a lo largo de los cuales se profundizaron el trabajo y el estudio remoto, advirtió el Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires (CoKiBA).
Las clases virtuales y las videollamadas, que resolvieron situaciones restrictivas impuestas por la emergencia sanitaria global, dejaron secuelas por el aumento del sedentarismo y la falta del mobiliario adecuado en las casas, lo que generó malos hábitos ergonómicos.
En los últimos meses, "el exceso en la exposición a pantallas generó aumento de consultas por lesiones miotendinosas" tanto en pacientes adolescentes como en personas adultas, aseguró Daniela Lilian Adamini, especialista en Osteopatía, Posturología y Entrenamiento Visual. "Las contracturas y las tendinitis, estuvieron a la orden del día, por la excesiva exposición a dispositivos", añadió.
El uso continuo de teléfonos celulares derivó en un aumento de rizartrosis del pulgar, tendinitis, cervicalgias y dorsalgias, además de las afecciones en la vista registradas especialmente en niñes y adolescentes, detalló la especialista.
"Son muy pocos los que usan el dispositivo correctamente acercándolo a la cara. Por el contrario, lo más común y claramente menos saludable, es ver como la cabeza se lleva en flexión para acercar la vista al celular, incrementando notablemente el peso que las cervicales deben soportar", ejemplificó.
La profesional advirtió que "lo que comienza con una molestia por contractura y sobreuso muscular, si no es tratado a tiempo, se convierte en tendinitis, y, con el tiempo, el mal uso del cuerpo termina llevando a desgarros. Por eso es importante la intervención temprana, no solo tratando el síntoma, sino la causa. Muchas veces la causa tiene que ver con malos hábitos ergonómicos, que los kinesiólogos podemos ayudar a corregir".
Al mismo tiempo, la disminución de la actividad física generó un incremento de lesiones vinculadas al sedentarismo, como el acortamientos de cadenas musculares o lumbalgias, y fallas circulatorias, principalmente en miembros inferiores, cefaleas, y estreñimiento, añadió.
La importancia de los muebles ergométricos
La extensión del régimen de home office se tradujo también en problemas musculares, dado que no todos los hogares estaban equipados con muebles ergométricos, indicó por su parte la kinesióloga Claudia Páramo.
"Es conveniente trabajar lo más relajadamente posible: sentarse con las rodillas, el tobillo y la cadera a 90 grados y los antebrazos apoyados", recomendó la especialista, que recalcó la importancia de hacer actividad física.
"Los niños y jóvenes que un año y medio hicieron la escuela en una tablet o celular desde una cama, hicieron además poca actividad física. Los kinesiólogos tenemos mucho más trabajo debido a patologías cervicales o lumbares", añadió.
La posturóloga Verónica Quintana explicó que "el encierro y el estar en casa tanto tiempo generó un sedentarismo en personas que antes hacía actividad física regularmente". Por la pandemia, "los niños estudiaron en las casas, las oficinas se trasladaron a las casas y la gente improvisó oficinas no en las mejores condiciones sino como pudo".
Por eso y otras situaciones asociadas al stress, como el bruxismo, la experta explicó que ella y sus colegas recomiendan "pausas activas" a sus pacientes. Se trata de que no estén "más de una hora sentados, sino que se levanten, se muevan, caminen y se estiren y, sobre todo, que sepan que no hace falta acostumbrarse al dolor. Esas molestias tienen tratamiento", agregó.