El frente “Vamos Juntos por Brasil”, liderado por el expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva presentó este martes las directrices de su plan de gobierno, de cara a las elecciones presidenciales de octubre. En un documento, propusieron políticas de cooperación internacional, una nueva legislación laboral de protección social y un impuesto a los más ricos, entre otras medidas.
A su vez, en el texto señalaron que Brasil se encuentra "devastado por un proceso de destrucción" y que la actual política económica del gobierno de Jair Bolsonaro, quien buscará la reelección, "es la principal responsable de la descomposición de las condiciones de vida de la población, la inestabilidad y los retrocesos en la producción y el consumo".
En el escrito se establecen los lineamientos del programa de la fórmula presidencial de Lula y del exgobernador Geraldo Alckmin (PSB). Fue elaborado en conjunto con representantes de los siete los partidos que integran el bloque: Partido de los Trabajadores (PT), Partido Socialista Brasileño, Partido Comunista de Brasil, Partido Verde, Partido Socialismo y Libertad, Rede y Solidaridad.
Relaciones internacionales
Con respecto a la política exterior, las directivas del programa de Lula auguran que "no será difícil recuperar nuestras credenciales internacionales", que han sido afectadas por las "desastrosas políticas ambientales y exteriores del actual gobierno".
En este sentido, llama a retomar la cooperación internacional Sur-Sur con América Latina y África, impulsada en los gobiernos del PT, y a fortalecer el Mercosur, Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y el bloque intrigado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS).
“Defender nuestra soberanía es defender la integración de América del Sur, América Latina y el Caribe, con miras a mantener la seguridad regional y promover un desarrollo integral de nuestra región”, indica el documento.
Además, convocan a buscar nuevas “alianzas que sean mejores para el país, sin sumisión a nadie”. “Es trabajar por la construcción de un nuevo orden global comprometido con el multilateralismo, el respeto a la soberanía de las naciones”, manifiestan.
Democracia
De cara a las elecciones del 2 de octubre, los partidos del bloque de izquierda aseguran que actuarán con “respeto a los resultados en las urnas”, en respuesta a los ataques y a las denuncias de posible fraude de aliados de Bolsonaro.
Desde hace meses, el presidente mantiene una relación problemática con el Tribunal Electoral, que investiga la difusión de información falsa y por afirmar, sin pruebas, que el sistema electrónico de votación, que se utiliza desde los comicios de 1996, puede estar adulterado.
Las directivas del programa llaman a “superar el autoritarismo y las amenazas antidemocráticas” junto con “frenar la propagación de mentiras” en redes sociales y, para esto, se comprometen a impulsar una “reforma política” que amplíe los instrumentos de la democracia participativa.
“Necesitamos retomar el proceso colectivo y participativo de construcción de políticas públicas a través de la restauración de todas las instancias de participación social extinguidas por el actual gobierno”, se subraya en el texto en relación con la interrupción de instancias de participación con distintos sectores de la sociedad civil, que fueron pausadas tras la llegada de Bolsonaro al gobierno.
Reforma laboral y programas sociales
“El nuevo gobierno propondrá, a partir de un amplio debate y negociación, una nueva legislación laboral de protección social extensiva a todas las formas de ocupación, empleo y relación laboral”, entre ellas la de los trabajadores por cuenta propia, trabajadores domésticos y en formatos de teletrabajo, explica el documento.
En la misma línea, aseguraron que revocaran la legislación vigente sobre trabajo “agravadas por la última reforma y restableciendo el libre acceso a la justicia laboral”. Asimismo, fomentarán iniciativas de reestructuración sindical para “asegurar el derecho a la huelga y frenar las prácticas antisindicales”.
Por su parte, el programa de la candidatura de Lula-Alckmin establece como urgencia impulsar “un programa Bolsa Familia renovado y ampliado para garantizar ingresos compatibles con las necesidades actuales de la población”
En 2021, Bolsonaro anuncio el subsidio Auxílio Brasil, una transformación del programa emblema de los gobiernos de Lula, el cual que aumenta el importe de la transferencia directa y la extiende a una población más grande. La implementación de este programa en ese entonces generó la renuncia de algunos mandos medios del Ministerio de Economía que advirtieron que esto sería perjudicial para las cuentas públicas.
Impuesto a los más ricos
En el documento se propone “revocar el techo de gasto en el presupuesto y revisar el actual régimen tributario brasileño”. En este sentido, proponen la construcción de un nuevo régimen: “Pongamos de nuevo a los pobres en el presupuesto y a los superricos pagando impuestos”, indica. Para esto, también impulsa un plan de combate a la evasión fiscal y aumentar los impuestos sobre la renta a los “muy ricos”.
Combustibles y privatización de empresas públicas
Desde hace meses, Bolsonaro declara que intenta controlar el aumento de los precios del combustible y la inflación, que han sido muy perjudiciales para su popularidad mientras busca la reelección el próximo 2 de octubre.
Las directivas presentadas por Lula llaman a cambiar los mecanismos de fijación de precios, “eliminar política de precios internacionalizada y dolarizada” y pasar a un modelo “que tenga en cuenta los costos nacionales y sea adecuada para expandir las inversiones”.
Por otro lado, en cuando a la producción energética, llaman a ampliar la oferta “profundizando la diversificación de la matriz, con la expansión de fuentes renovables a precios compatibles con la realidad brasileña”.
Además, los partidos del bloque se oponen a la privatización de Petrobras, "garantía de abastecimiento de combustibles en el país", de Electoras, “la mayor empresa de generación eléctrica de América Latina” y de Correios, “empresa con un importante papel social”
Amazonía
“Es imperativo defender la Amazonía de la política de devastación del actual gobierno”, se afirma en el documento y se detalla que, de llegar a la Presidencia nuevamente, se combatirán "los delitos ambientales promovidos por milicias, acaparadores de tierras, madereros y cualquier organización económica que actúe contra la ley".
Brasil debe “superar el modelo depredador de exploración y producción, actualmente agravado por la omisión total del actual gobierno”, para lograr “combatir sin descanso la deforestación ilegal y promover la deforestación neta cero”.
En el penúltimo punto del informe, urge que Brasil vuelva a ser un “país en el que el libre ejercicio de la actividad profesional del periodismo sea considerado seguro”.
Este mes, el asesinato del indigenista Bruno Pereira y del periodista inglés Dom Phillips en el Amazonas brasileño generó conmoción a nivel nacional e internacional. Phillips viajó al Amazonas con Pereira para recopilar datos para un libro que estaba escribiendo sobre cómo salvar el bosque autóctono.