El Banco de Pagos Internacionales (BIP), entidad que nuclea a los bancos centrales de todo el mundo, aseguró este martes que las criptomonedas estables "no son dinero sano".

"Estas criptomonedas suponen nuevos riesgos financieros porque no cumplen con las exigencias de seguridad, responsabilidad, eficiencia, inclusión y apertura para un sistema monetario digital utilizable", remarcó la organización en un capítulo de su informe económico anual de 2022.

Y propuso: "Una versión digital de dinero emitido por la banca central podría proporcionar muchas de las mismas características que ofrecen las criptodivisas y las criptomonedas estables". 

Según el BIP, que tiene sede en Suiza, esta sugerencia podría "evitar las limitaciones estructurales y los riesgos de los criptoactivos", que incluyen "congestión, comisiones elevadas y el pseudo anonimato", características que pueden facilitar "el abuso y la actividad ilícita".

En este sentido, el asesor económico y jefe de Estudios de la institución, Hyun Song Shin, afirmó: "Los bancos centrales buscan impulsar las fronteras de lo que es posible, adoptando nuevas capacidades al mismo tiempo que aseguran que los servicios financieros son estables e interoperables nacional e internacionalmente".

Por otro lado, para fundamentar el peligro de las inversiones en criptoactivos, el BIP analizó el reciente colapso del terraUSD (UST), un activo digital estable y vinculado al dólar.

El UST, que tenía paridad con el dólar físico, cayó luego de que los inversionistas perdieran confianza y retiraran los fondos, situación que provocó que en pocos días bajara hasta los 99 centavos. Posteriormente, siguió en caída hasta llegar a perder prácticamente el 99 % de su valor.