Dos semanas después de que lo asaltaran en Ramos Mejía, el dueño de un Peugeot 208 fue convocado a retirar su auto en el playón judicial de la comisaría 41 de la Policía de la Ciudad. Uno de los efectivos de la flamante fuerza de seguridad porteña encontró el auto denunciado a dos cuadras del cementerio de Chacarita. Lo que no se advirtió fue el cuerpo de un hombre de entre 35 y 40 años, que estaba embalado en una bolsa tipo marinera en el baúl del vehículo.
El robo se había registrado a las 5.30 del 27 de mayo último en el partido de La Matanza, cuando cuatro ladrones interceptaron al dueño del Peugeot 208 amenazándolo con armas de fuego. El pedido de secuestro de ese vehículo comenzó a emitirse dos días después, el 29 de mayo. Finalmente, uno de los efectivos de la comisaría 41 dio el alerta de que el auto estaba abandonado en la calle Avalos al 200.
Al abrir el baúl, el propietario del vehículo encontró un bulto embalado en un sacón o bolsa tipo marinera que contenía el cadáver de un hombre de entre 35 y 40 años. La víctima estaba en calzoncillos, tenía papel en la boca, la cabeza encintada, las manos atadas y presentaba un tatuaje de un dragón en un hombro y otro en una pantorrilla.
Tras el hallazgo por parte del dueño del auto, la Policía de la Ciudad remitió el cuerpo a la morgue judicial de la Capital Federal para comenzar la investigación sobre el crímen.