En un clima caldeado, el ministro de Justicia, Martín Soria, expuso en la Cámara de Diputados para defender el proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura. "Es necesario que avancemos de una buena vez en sancionar y ponerle fin a este entuerto que ha generado la Corte Suprema", enfatizó el ministro, quien apuntó con dureza contra la Corte por haber "intervenido políticamente" el organismo encargado de designar y sancionar jueces, así como por haberse "metido por la ventana" para poder presidirlo. Además de defender la media sanción que viene del Senado --que lleva a 17 el número de integrantes, con un criterio de género y federal, y se opone a que la Corte presida el organismo--, Soria tuvo que hacer frente a los gritos y reclamos de les legisladores de Juntos por el Cambio, quienes se oponen al proyecto del Ejecutivo y anticiparon que bloquearían el tratamiento de cualquier iniciativa institucional mientras el Frente de Todos. Fue precisamente debido a este escenario hostil que la bancada oficialista decidió invitar a Soria, de modo de mantener activo el debate mientras se intenta avanzar en conversaciones con otros bloques minoritarios de la oposición.
"El debate acá es si queremos un Consejo de la Magistratura que funcione más equitativamente, que sea menos corporativo y más democrático, o si quieren concentrar el poder en manos de un grupito de personas que actúa corporativamente", señaló Martín Soria durante un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia de la Cámara de Diputados. Durante más de 4 horas, el ministro de Justicia - -que, hasta hace poco más de un año, había sido también diputado nacional--, defendió el proyecto del Ejecutivo y reiteró sus críticas hacia la Corte Suprema, cuyo fallo de inconstitucionalidad sobre la composición de 13 integrantes del Consejo de la Magistratura --composición vigente desde el 2006-- forzó el tratamiento de una nueva ley. "Esta cámara no solo está obligada a legislar bajo presión, sino que debe trabajar la sanción de una nueva ley durante la flagrante intervención de la Corte Suprema en el Consejo de la Magistratura. Una intervención producto de una sentencia que, más que un fallo jurídico, fue una intervención política", sostuvo, al comienzo de su alocución.
"La Corte Suprema sentó un gravísimo precedente que atenta directamente contra la división de poderes. Un precedente que socava y atenta contra las facultades constitucionales que solo se le reserva al Congreso, que es la de legislar", continuó, disparando contra los supremos por haberse "metido por la ventana" para poder controlar el órgano que designa y disciplina jueces y que, a su vez, administra los recursos de todo el Poder Judicial. En efecto, luego de que venciera el fallo de 120 días que dio la Corte Suprema para sancionar una nueva ley, el organismo retrotrajo su composición a la que establecía la (derogada) ley de 1997, la cual sostiene una estructura de 20 integrantes y que la presidencia del Consejo en manos del presidente de la Corte Suprema, es decir Horacio Rosatti. Frente a esto, Soria no solo cuestionó la maniobra del Máximo Tribunal, sino también "la parálisis" en la que se había sumido el Consejo de la Magistratura desde que la Corte había asumido la presidencia: "En estos dos meses sólo tuvieron una sola reunión", cuestionó.
El proyecto del Ejecutivo, a diferencia del de Juntos por el Cambio, no incluye la participación de la Corte Suprema. Sin embargo, desde que comenzó el debate en Diputados, el oficialismo se ha abocado a insistir que, si bien no incorpora expresamente a la Corte, tampoco le cierra las puertas, con la esperanza de poder ir tendiendo puentes con algunos sectores de la oposición. Frente al rechazo tajante de JxC, el ojo está puesto en Graciela Camaño, diputada bonaerense que forma parte del interbloque Federal --el interbloque que maneja la llave de las mayorías parlamentarias en la Cámara baja-- y que opina que la Corte debe formar parte del Consejo pero no presidirlo. "Yo creo que la Corte tiene que estar y tiene que tener un rol importante", sostuvo la diputada (que también es consejera) durante el plenario de comisiones, y agregó: "Pero no acuerdo con colegas de Cambiemos de que deba presidir porque creo que la presidencia de la Corte le quita el equilibrio al Consejo".
Consciente del rol clave que cumple Camaño, Soria le respondió con un guiño: "Una cosa es que la Corte integre el Consejo de la Magistratura y otra muy diferente es que lo presida. En nuestro proyecto no hay impedimento para que ninguno de los estamentos integre el Consejo. No prohíbe que pueda integrarlo, pero no establece que expresamente que el presidente de la Corte sea a su vez el presidente del Consejo. Creo que es incompatible que concentre tantas atribuciones", sostuvo el ministro, que aprovechó también para recordar que el proyecto de reforma del Consejo presentado en 2017 por el entonces presidente Mauricio Macri tampoco proponía que el presidente de la Corte tuviera el control del Consejo. "Les pido que no borren con el codo lo que escriben con la mano", chicaneó, apuntando contra JxC.
"El proyecto presenta una trampa porque si le damos media sanción vuelve al Senado y el Senado podría insistir con la media sanción que ya consiguió. En este contexto no vamos a acordar una reforma institucional con el FdT porque no somos ingenuos y porque no somos cómplices de un gobierno que califica al Poder Judicial como partido judicial. No podemos acordar nada institucional con ustedes", sostuvo Juan Manuel López (Coalición Cívica), anticipando lo que sería la postura de JxC. A lo largo de las casi cinco horas de debate, sin embargo, los ánimos se fueron caldeando, con intervenciones cada vez más agresivas de la oposición. "El problema que tienen ustedes es que no les alcanzan los jueces para cubrir los delitos que cometieron", espetó Fernando Iglesias (PRO). Las críticas fueron virando hacia otros temas, como el avión venezolano iraní, hasta un punto que los presidentes de las comisiones --Hernán Pérez Araujo y Rodolfo Tailhade-- tuvieron que dar por finalizado el encuentro entre los gritos de fondo de Silvia Lospennato.