Un momento de alta tensión se vivió durante los Mundiales de natación de Budapest, cuando la estadounidense Anita Álvarez se desvaneció en la pileta mientras realizaba su rutina final de nado sincronizado y fue rescatada por su entrenadora, la española Andrea Fuentes.
Durante su momento de la competición, Álvarez se desvaneció, lo que motivó que Fuentes se arrojara a la piscina y la rescatara, incluso antes que los rescatistas. "En ese momento no pensé, simplemente me dije tienes que llegar lo más rápido que puedas, sacarla a la superficie y hacer que respire", explicó la entrenadora española en declaraciones a la agencia EFE, tras rescatar del agua a su pupila. Su rápida reacción dejó en un susto los momentos de tensión que se vivieron en la piscina del complejo Alfred Hajos.
"Simplemente me dije tienes que actuar. Lo único en los que pensaba era, primero, en llegar hasta ella. Luego me dije, vale, ahora sácala, y una vez fuera hazla respirar. No pensaba en nada más, simplemente en solucionar esa situación", indicó Fuentes, que fue la primera en llegar a la nadadora ante el desconcierto inicial de los socorristas, que finalmente ayudaron a la entrenadora española a sacar a Anita Álvarez del agua.
"Ahora que lo pienso es normal, porque ellos -en referencia a los socorristas- no conocen este deporte tanto como yo y tampoco nadan tan rápido como yo, por lo que es normal que no reaccionaran tan rápido. Por eso me tiré, porque vi que no iban y me dije no puedo esperar ni un segundo más", aseguró Fuentes.
Pero el papel de heroína de Fuentes, que dirige desde el años 2018 al equipo estadounidense de natación artística, no terminó en el agua, ya que la española contribuyó activamente que su pupila recuperara la conciencia ya fuera de la pileta. "Intenté despertarla de todas las maneras, con gritos, con bofetadas y luego ya con el equipo médico la hicimos una maniobra que consiste en apretar muy fuerte la uña del dedo pequeño, porque es un punto que activa la adrenalina y así se despertó de golpe y empezó a gritar '¡Aah, me estáis haciendo daño!'. Entonces pensé 'Vale, ya está'", indicó Fuente.
La nadadora estadounidense ya se encuentra bien y con ganas de competir junto con el resto de sus compañeras en la final por equipos prevista para el viernes. "La verdad es que está muy bien, aunque no lo pueda parecer, está perfecta, ha dormido toda la mañana y quiere nadar mañana. Los médicos le han hecho todas las pruebas y dicen que está bien, pero es algo que todavía tenemos que valorar", señaló Fuentes.
Mientras que Fuentes y el resto del cuerpo técnico del equipo estadounidense deciden si finalmente Anita Álvarez competirá este viernes o no en la final por equipos, la entrenadora española intenta devolver a la normalidad a la rutina de sus nadadoras. "Nada más despertarse estaba enfadada porque pensaba que por qué le había tenido que ocurrido a ella, pero Anita es una persona tan positiva, que ahora vemos las fotos y nos reímos. Estamos tratando de quitarle hierro al asunto", explicó Fuentes, que recordó lo ocurrido en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, cuando la japonesa Hiromi Kobayashi, que se desmayó en la piscina cuando actuaba en la final de conjuntos.
"Nuestro deporte es muy duro y a veces estas cosas pasan, ya pasó con una nadadora japonesa en los Juegos de Beijing en la final de conjuntos, lo que pasa es que aquí fue más espectacular porque Anita estaba sola en la piscina", explicó la entrenadora española, ganadora de múltiples medallas, entre ellas tres platas y un bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing y en los de Londres.