El Mundial de natación de Budapest dejó esta semana una increíble escena, captada por las cámaras, que quedará en el recuerdo de la competición.
Ocurrió durante la presentación libre de natación artística, cuando la estadounidense Anita Álvarez se desmayó al final de su coreografía.
Tras intensos segundos, su entrenadora, la española Andrea Fuentes ingresó a la pileta y le salvó la vida llevándola nuevamente a la superficie.
La escena empezó cuando se apagó la música. Álvarez se desvaneció y cayó rápidamente hacia el fondo de la profunda piscina.
En cuestión de segundos, Fuentes se tiró al agua para rescatarla. Casi al mismo tiempo se sumó la ayuda de uno de los auxiliares de la competición. Remolcada por ambos al borde de la pileta, las asistencias médicas evacuaron a la deportista.
Cuando terminó la competición, el equipo estadounidense confirmó que Álvarez ya se había recuperado tras el desmayo.
De hecho, la nadadora volvió con su equipo después para recibir los abrazos de sus compañeros y el aplauso del público presente en la piscina de entrenamiento.
Todavía no se conoce el origen del problema de la atleta, si bien la hipótesis es una mezcla de calor y estrés.
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