Con fuertes críticas de la oposición, el oficialismo porteño aprobó en la Legislatura una serie de modificaciones en las reglas de estacionamiento del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad de Buenos Aires. Entre otros puntos, con la nueva normativa se podrá estacionar también en la mano izquierda de las calles porteñas por lo que la oposición denunció que la iniciativa solo tiene fines "recaudatorios" al ampliar lugares para el nuevo sistema de estacionamiento medido. "Quieren convertir a la ciudad en un estacionamiento pago a cielo abierto", advirtieron, mientras que el oficialismo argumentó que los cambios buscan "simplificar" las reglas de tránsito. 

La norma modificatoria fue aprobada en la sesión de este jueves por 31 votos afirmativos y 24 negativos, y el Ejecutivo porteño tendrá ahora 180 días de plazo para implementar los cambios más sustanciales en el sistema. La ley reduce la normativa de estacionamiento a tres grandes reglas: en las calles se podrá estacionar junto a ambas aceras todos los días durante las 24 horas, quedará prohibido el estacionamiento en ambas manos de avenidas los días hábiles solo entre las 7 y las 21, y no se permitirá estacionar en calles o avenidas afectadas al metrobús o a ciclovías. En las calles que tengan alguna excepción a estas tres normas, el GCBA deberá colocar cartelería que así lo indique o pintar los cordones de amarillo en caso de prohibición.

Al inicio de la sesión, Matías López, miembro informante del proyecto por el oficialismo, aseguró que la ley "cambia el paradigma en las calles: si no hay ningún cartel que indique lo contrario, se puede estacionar de ambas manos". Además, sostuvo que los cambios buscan "simplificar las normas de estacionamiento, que sean más claras y generar nuevos espacios de estacionamiento". Precisamente esa ampliación fue lo más cuestionado por los legisladores de la oposición que rechazaron el proyecto. "No es para simplificar, hay un negocio fundamental que es el de aumentar los lugares", advirtió a su turno el diputado del Frente de Todos (FdT), Matías Barroetaveña, quien agregó que, en paralelo a la nueva norma, "están poniendo en marcha el estacionamiento medido con una estafa innecesaria: 130 mil nuevos lugares pagos que nadie pidió".

La semana pasada, el GCBA abrió la inscripción para el nuevo sistema de estacionamiento medido a través de una aplicación móvil. El sistema prevé que aquellos vecinos y vecinas que viven en zonas tarifadas --Retiro, Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Recoleta y Balvanera-- deben anotarse a través de la web del Gobierno para poder estacionar de forma gratuita en un radio de 300 metros de su domicilio. "Es un sistema que está pensado como un esquema recaudatorio, ya que se va a extender a zonas donde hasta ahora no había que pagar para estacionar", aseguró Barroetaveña y añadió que "si una persona tiene que trasladarse a otra zona por trabajo, por ejemplo, tiene que pagar el tiempo que dure su jornada". 

El legislador Juan Pablo Modarelli (Fdt), en tanto, advirtió durante la sesión que las modificaciones vienen a "condicionar el Código a una necesidad del Ejecutivo que es la ampliación del estacionamiento medido en la ciudad". El diputado sostuvo que, para el oficialismo, "donde hay una necesidad, hay una tarifa a pagar". También los rechazos a la nueva normativa llegaron por parte del Frente de Izquierda. La diputada Alejandrina Barry señaló que el proyecto apunta a "convertir a la ciudad en un estacionamiento pago a cielo abierto", mientras que Gabriel Solano criticó que "se privilegie el uso del auto sobre el transporte público, validando la falta de inversión en el subte". "Dicen que hay que desincentivar el uso del automóvil pero no hacen una sola estación de subte y ahora van a ocupar todo el lado izquierdo con autos. Eso va a generar más emisiones y vamos a tener ocupado el espacio público por autos estacionados", apuntó Barroetaveña en este sentido. 

Pese al rechazo en general, el FdT sí acompañó algunas de las otras modificaciones al Código propuestas por el oficialismo. Se trata de los artículos que modifican la logística de carga y descarga de mercaderías y el tipo de estacionamiento de las motos, y los que regulan el sistema de "sube y baja" que ya se aplica en algunos colegios porteños. En cuanto a la carga y descarga, la norma establece que la permanencia no podrá ser mayor a los 30 minutos. Las motos, en tanto, deberán estacionar ahora de culata, "entre 45 y 90 grados" con respecto al cordón.

El sistema de "sube y baja", por su parte, busca organizar el ingreso y egreso de estudiantes a la escuela para evitar colapsos. Mediante demarcaciones con pintura en el asfalto y señalización vertical, el sistema divide áreas para transporte escolar, autos particulares, remises y taxis, y establece horarios de ingreso y egreso por grupo. Según el oficialismo, el sistema, que hasta ahora es optativo, ya se aplica "en más de 140 escuelas de todas las comunas de la Ciudad".