El alcalde de la localidad de Uvalde, en Texas, Estados Unidos, Don McLaughlin, anunció que la escuela primaria Robb Elementary, donde el pasado 24 de mayo se produjo un tiroteo que acabó con la vida de 21 personas, será demolida.

"Tengo entendido, y tuve esta discusión con el superintendente, que la escuela será demolida. Nunca podrías pedirle a un niño que regrese o a un maestro que regrese a esa escuela. Nunca", manifestó el funcionario.

Según lo informado oficialmente, la Escuela Primaria Robb tiene casi 600 estudiantes en segundo, tercero y cuarto grado. Con el arranque de las vacaciones de verano, no hay confirmaciones si estos niños serán distribuidos en otras instituciones, ni como continuarán con sus clases.

Ante las incógnitas, el Centro para la Prevención de la Violencia del Hospital Infantil de Filadelfia explicó a la CNN: "En muchos casos, estas escuelas se cierran o se renuevan completamente en un intento por disminuir los recuerdos traumáticos en los que se convirtieron para los miembros de la comunidad".

Asimismo, el senador estatal de Texas, Roland Gutiérrez, recordó que cuando el presidente Joe Biden visitó Uvalde, le dijo:"Vamos a demoler esa escuela, a construir una nueva".

En esta línea, Gutiérrez señaló que hay un proceso de subvención federal para que las escuelas puedan demolerse después de sufrir tiroteos masivos. "¿En qué clase de mundo vivimos que se creó una legislación para demoler estas escuelas?", cerró el legislador local.

Críticas a la Policía

Por otro lado, el alcalde McLaughlin criticó duramente al Departamento de Seguridad Pública del estado de Texas (DPS) y a su líder, el coronel Steven McCraw. Aseguró que se siente "muy frustrado" con la información "constantemente cambiante" publicada sobre lo que sucedió el día que 19 niños y dos maestros fueron asesinados a tiros adentro del colegio.

Los Texas Rangers, una agencia del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, están liderando la investigación del tiroteo, por lo que el edil dijo que estaba molesto porque él y otros funcionarios de la ciudad "nunca habían sido informados sobre cómo iba la pesquisa".

Las críticas hacia la actuación policial durante la masacre en la escuela primaria no dejó de aumentar desde que se produjo el suceso y el Gobierno de Estados Unidos anunció que llevará a cabo una nueva investigación sobre el asunto.

Hasta el momento, las autoridades locales reconocieron que el atacante, Salvador Ramos, entró en el edificio sin enfrentar oposición: tras dispararle a su abuela en la cara, en su casa, se subió a un vehículo y condujo hasta las cercanías de la escuela primaria, donde su automóvil se estrelló.

Desde allí caminó con un rifle y munición durante 12 minutos hasta que entró en la escuela y cometió la masacre.