La bacteria más grande del mundo, 5.000 veces mayor que sus congéneres y con una estructura más compleja, fue descubierta en la isla de Guadalupe, en las Antillas francesas, según un estudio publicado hoy en la revista Science.

El microorganismo lleva el nombre "Thiomargarita magnifica" por su género y por su complejidad "inesperada", ya que, según el reporte, mide hasta dos centímetros, es visible sin necesidad de un microscopio y "cuestiona algunos principios fundamentales de la biología y la evolución de los seres vivos".

La "Thiomargarita magnifica" fue descubierta en 2009 por Olivier Gros, de la Universidad de las Antillas de Guadalupe, quién indicó que no es patógena para los humanos y recordó la primera vez que la vio: "Eran como unos filamentos blancos unidos a algo en el sedimento, como una hoja".

"Al comienzo pensaba que era cualquier cosa menos una bacteria, eso no podía ser", confesó Gros. Finalmente, técnicas de descripción celular con microscopio electrónico mostraron que se trataba de un organismo bacteriano.

Los análisis determinaron que era una procariota, es decir, un organismo cuyas células no tiene un núcleo diferenciado y en las que el ADN flota libremente en el citoplasma.

En el estudio se destacó la importancia del Archipiélago de las Antillas y sus microbiomas, debido a que estos ecosistemas ocupan a escala mundial menos del 1 % de la zona de costa, pero aportan entre el 10 y el 15% del carbono almacenado en los sedimentos costeros. En esta línea, esta bacteria es una de las "fijadoras de carbono" de las islas. 

Qué dicen los científicos

Silvina González-Rizzo, profesora asociada de la Universidad de las Antillas (Francia), aseguró a la agencia EFE que la particularidad de la "Thiomargarita magnifica" es que "es una sola célula" y su ADN "está compartimentado en vesículas unidas a la membrana". 

"Puede ser considerada como la primera y única bacteria que tiene, hasta la fecha, esta capacidad, desafiando así nuestro concepto de célula bacteriana", remarcó. 

Además, señaló que todavía queda por analizar estas vesículas (denominadas pepitas), así como su papel en la evolución del tamaño extremo de esta bacteria y si están o no presentes en otras especies.

"Con su forma de filamentos, es 5000 veces más grande que la mayoría de bacterias, como si un humano se encontrara con otro tan alto como el Monte Everest", expresó por su parte Jean-Marie Volland, del Instituto Conjunto del Genoma (JGI) de Estados Unidos.

Los investigadores no saben aún a qué responde su gigantesco tamaño, pero creen que sus genes contienen “alguna pista potencial”, según Tanja Woyke, de la Universidad de California Merced. La compleja organización de su membrana también es posible que le haya permitido alcanzar esa talla.

"El descubrimiento de la bacteria más grande del mundo nos hace replantear y cuestionar ciertos principios fundamentales de la biología y la evolución de los seres vivos, específicamente sobre el mundo procariota y las nuevas versiones aparentemente posibles de este tipo de organismos", completó González-Rizzo.