“Ahora viene la parte en que yo invito a un historiador, porque no quiero que esto sea un 'qué bonito que cantó la turca', y nada más”. La secuencia transcurre algún Día de la Bandera, al pie del monumento en Rosario. Quien dice esto es Yamila Cafrune, hija de Jorge. El historiador es Mariano Saravia. Y el encuentro, el mismo que se dará este sábado a las 21 en Caras y Caretas San Telmo (Venezuela 330), en el ciclo "La música de la 750". Se llama La patria no se hizo sola. “Música e historia, sí… una linda fórmula que venimos haciendo hace tiempo con Yamila”, refiere Saravia desde su Córdoba natal. “Es una forma muy linda de encontrarse, porque los relatos y las canciones se retroalimentan. El relato histórico hace que la gente resignifique la letra de las canciones, y la canción le da un aire al relato en términos de belleza artística, algo que lo distancia de la mera conferencia”.
El espectáculo que propone el dúo cantora-historiador está basado en aquella gran obra interpretada por Jorge Cafrune, llamada La independencia, que vio la luz en 1966 con temas de León Benaros y Waldo Belloso. “La verdad es que no inventamos nada… nos basamos en lo que hicieron ellos”, se ríe Saravia, también periodista. “La unión con Mariano es ideal, porque a mí siempre me interesó la historia. Por eso trato humildemente de hacer un poco de escuela cada vez que subo al escenario, porque sería en vano subir a cantar solamente”, suma Cafrune hija, en consonancia con una sustancia estético-conceptual que anuda piezas de La independencia -“La patria no se hizo sola”, “Quemándose de su fuego”, “Zamba del gaucho guerrero”, “Le hablo de un 9 de julio”, “Adiós General Belgrano” o “La Martín Güemes”, entre ellas- con relatos de Saravia alusivos a Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Martín Miguel de Güemes y José de San Martín.
“Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, dice la canción, y Mariano precisamente cuenta esa otra historia”, subraya la Cafrune. “Claro, porque lo que hacemos es tomar grandes hombres y mujeres de la historia argentina como Juana Azurduy, San Martín, Belgrano, y les devolvemos lo que les ha robado la historia oficial, desde Mitre en adelante, porque todos ellos y ellas fueron molestos para el sistema”, tercia el historiador mediterráneo. “Primero intentaron combatirlos, luego los cooptaron y finalmente los neutralizaron. Por ejemplo: decir que San Martín fue solo un gran estratega militar es casi nada, respecto de todo lo que fue. Y así con el Belgrano 'sólo' creador de la bandera, o con el Artigas 'sólo' prócer del Uruguay”.
El canto con fundamento que propone el dúo pasa precisamente por “devolverle” a Belgrano sus ideas proteccionistas, mercadointernistas y ecologistas, o a San Martín su importancia como gobernador de Cuyo, por caso. “Intentamos volver sobre lo más valioso de ellos. Esto es romper el velo que hay respecto de nuestros grandes hombres y mujeres. Rodolfo Walsh decía que las clases dominantes argentinas han intentado que el pueblo no tenga historia para no tener que enmendar nada. Pero hay mucho que enmendar. Por eso, además de intentar que la gente pase un rato entretenida, proponemos hacer que aparezca la reflexión”.
El encuentro histórico-musical transcurre entonces entre lo que Saravia cuenta, lo que Yamila canta, y lo que la gente aporta, si es que la chispa logra encender en la platea. “Solemos hacer que se entrelacen pasado y presente, dado que no se trata solamente de una cuestión meramente biográfica”, advierte la cantante, que debutará en el Caras y Caretas. “Como ambos somos peronistas, y estamos muy vinculados a la visión nacional y popular, lo que buscamos es recuperar al Belgrano que va mucho más allá de haber sido nada menos que quien creó la bandera mirando el cielo. Como dice Mariano, Belgrano no es solamente eso. El iba mucho más allá”.
-El espectáculo está basado en La Independencia, disco que tu padre Jorge publicó en 1966. ¿Cómo volvés sobre él, cada vez que lo pensás?
Yamila Cafrune: -Todos los días está ese disco presente en mí, a tal punto que en virtud de ese disco es que con Mariano decidimos hacer este encuentro, porque además varias de esas canciones no estaban en el recuerdo de mucha gente. Y además porque los dos queremos a la patria como lo que es: nuestra patria. Es más, ese disco debería de ser obligatorio en todas las escuelas, más ahora que es obligatoria la enseñanza del folklore.
-¿No abordan ningún caudillo de las guerras civiles?
-No. Tal vez hagamos otro encuentro basado en la obra de Ramón Navarro sobre ellos, pero el único caudillo que abordamos ahora es el “Chacho” Peñaloza, porque Mariano sabe que mi padre hizo un disco sobre él, y que yo lo adoro, lo recuerdo con mucho amor al igual que el que grabó basado en la poesía de José Pedroni (Maternidad) o Aquí me pongo a cantar, donde mi papi recita el “Martín Fierro”. Digamos que me da el gusto (risas).