Buddy Middler (2010):
“Buddy Middler terminó siendo una novela musical”, revela Ricardo Soulé. “Generalmente, las obras van apareciendo y uno las va descubriendo. Es como decían que hacía Leonardo Da Vinci –salvando las distancias– que el tipo se ponía a trabajar y las obras solas iban apareciendo. Yo arranco con un concepto general de lo que quiero decir, y a medida que voy avanzando, el mismo avance, la misma criatura, me va guiando. Buddy Middler es un tipo al que no sabemos muy bien lo que le pasa, pero sabemos que está por cruzar un puente y lo va a hacer a la madrugada. Encuentra a un personaje de luz que se llama Dorian que vuelve del otro lado del puente, ese que Buddy Middler va a cruzar con preguntas. Y Dorian trae las respuestas del otro lado. Es el momento del amanecer, y en ese instante, Middler descubre que del otro lado está Jerusalén. Yo creo Buddy Middler cruza el puente. Hay muchas cosas que a mí también me gustaría saber, no vayas a creer que tengo tanto control sobre las cosas”.
Dolmen (2011):
“Uno de los elementos de la difusión del cristianismo fueron los caballeros cruzados, al cual correspondió el Cid Campeador, por lo menos en el planteo moral. Y eso fue lo que nos llevó a nosotros, los de lengua española, (eso lo digo para quedar simpático porque en realidad la lengua española no existe: es lengua castellana). El Cid Campeador es representativo del espíritu caballeresco en España como lo es el Rey Arturo en Inglaterra. Y de la misma manera José de Arimateas es representativo de las reliquias cristianas en Inglaterra como lo es Santiago Apóstol en Compostela, para nosotros los cristianos. Hay un paralelo para lo que pasó con las reliquias cristianas en Inglaterra. De eso se nutre Dolmen, que significa ‘masa de piedra’, y que alude, en este caso, a los monumentos megalíticos en Inglaterra”.
Vulgata (2015):
“El disco arranca con ‘La leyenda del Azor/ Cantar primero’, que no tiene nada que ver con ‘La leyenda del Azor/ Cantar segundo’, que apareció en mi segundo disco solista, Romances de gesta. El problema fue que yo escribí de una manera no condescendiente con el sistema. En el sistema había que responder a un tópico de rockero con unas características lingüísticas, a las cuales yo no correspondí. Eso me costó, hubo un precio, y uno de ellos es que los nombres completos se prestan a confusión. El nuevo no es un sobrante, es un componente del Vulgata, aclaro”.