Uno

La pregunta por el futuro ha sido materia de la filosofía, la lógica, la semántica, el tarot y la física, entre muchas más. ¿Existe el futuro? Una cierta intuición apoya esta fórmula. Percibimos un fenómeno que llamamos "el paso del tiempo" y a partir de éste definimos tres instancias: pasado, presente y provenir. Esta intuición, este fenómeno, implica que creemos que existe algo que denominamos tiempo. Ahora bien: de las tres categorías del tiempo, solamente el presente tiene cierta entidad. El presente tiene la forma de la memoria cuando deja de ser presente y el porvenir es, en primera instancia, inescrutable o, mejor aún, abierto a todas las posibilidades.

 

Uno

Si la memoria (el pasado) no me engaña, una tribu del altiplano tiene una cosmovisión donde el futuro fluye desde nuestra espalda, de tal forma que nuestros ojos solamente perciben lo que ya ha ocurrido. Tal es así que La misma palabra que define lo porvenir se utiliza para mencionar la espalda.

 

Dos

Otra de las consecuencias de la existencia (o no) del futuro, y de su significado es la cuestión del libre albedrío y el determinismo. ¿Está escrita nuestra historia ya desde antes de nacer? ¿Es inexorable nuestro destino? ¿Estamos condenados al éxito? ¿Elegimos libremente creer en el destino o estamos destinados a creer que el futuro depende de nuestra voluntad? ¿Es fifty‑fifty como se desprende de las lecturas oraculares del I Ching o las consultas a las pitonisas? ¿Qué hacemos con Horangel y Ludovica? Tal vez la respuesta esté en el artificio de considerar que uno fracasa porque está escrito y triunfa por mérito propio. Neoliberalismo dixit.

 

Tres

Todo nuestro pensamiento descansa sobre la ignorancia acerca del futuro.

Cinco

Personalmente, creo que la cosa pasa por preguntarse cuánto dura el presente. Esto implica una indagación acerca de la naturaleza del tiempo. Algunos pensadores, varios psicólogos y ciertos fenómenos de la naturaleza dan indicios de la subjetividad del tiempo. Pensemos en el presente. ¿No resulta llamativo observar que atravesamos otra vez las mismas circunstancias? ¿Es una locura saber que repetimos la historia? Saber lo que va a ocurrir iría en contra de la incerteza necesaria acerca del futuro. Pero esa certeza de lo por ocurrir está y es innegable. Perturbadora paradoja que, insisto, nos abre la puerta a  la pregunta sobre la duración del presente.

 

Ocho

Nuestro lenguaje es secuencial. Necesitamos recorrer, de principio a fin, cada oración para entender el sentido de la misma. Spoiler Alert: En Arrival (La llegada, 2016), una lingüista es contratada para establecer comunicación con unos alienígenas que han posado una cuantas naves alrededor del mundo. Estos seres poseen un lenguaje que, a diferencia del nuestro, es simultáneo. Todo lo dicho se transmite de manera instantánea. Una biblioteca completa se expresa en un solo símbolo (convenientemente circular). Interpretar ese idioma, conocerlo, destruye la percepción del tiempo y Louise Banks adquiere la facultad  de intercambiar pasado, presente y futuro o, mejor dicho, los percibe como una sola cosa. El lenguaje estructura nuestra manera de pensar, nuestra forma de entender el Universo. El tiempo es subjetivo.

Trece

Las promesas sobre lo que vendrá ya no tienen el disfraz de la mentira o la elusión. Sabemos que aumentarán las tarifas, que habrá más desempleo, que los pobres seremos cada vez más pobres. Sabemos qué será lo que será, ya lo hemos vivido, ya lo estamos viviendo. Los peores aspectos del pasado ya no tienen la sustancia lábil de la memoria, sino que adquieren la contundencia del hoy. Los responsables de tomar las decisiones son claros en esto. No solamente en sus lapsus linguae sino en declaraciones lisas, llanas y sin interpretaciones metalingüísticas (como si hubiera algo por fuera de la lengua y/o el lenguaje). Sabemos. Hoy sabemos. Pasado, presente y porvenir juntos, en una especie de Aleph disminuido y obtuso.

 

Veintiuno

Cambiamos. Cambiamos ojos por cielo, palabras por truenos. Cambiamos. Bajen las armas que aquí solo hay pibes comiendo. Cambiamos futuro por pasado.