Aún con los cimbronazos que generaron las declaraciones de Cristina Fernández de Kirchner en relación a la distribución y manejo de los planes sociales en el país, Salta/12 buscó el testimonio de actores de las organizaciones sociales para analizar desde el llano esta polémica.

Marina Eguías es referente provincial del Movimiento Evita, una de las organizaciones que se reunió durante la semana en que se barajó la posibilidad de armar un partido propio por fuera del Frente de Todos.

Docente de profesión, quien fuera candidata a concejala en las últimas elecciones, no ocultó su admiración a la figura de la vicepresidenta: "yo en particular la quiero y admiro mucho a Cristina porque somos parte del Frente de Todos, pero además el Movimiento Evita tuvo una cercanía muy grande con Néstor en su momento, por eso es muy difícil enojarse con ella. Pero al ser justamente ella la que pone algunas cuestiones en debate, sí nos genera un cierto dolorcito, no por el planteo en sí, sino que por ahí es que a partir de esos dichos, otros sectores de la política aprovechan para estigmatizar aún más a nuestros compañeros y compañeras”.

“Venimos de un sector olvidado y muy vulnerable de la sociedad, y es doloroso que los pobres siempre tengamos que estar en el centro de la escena, ya sea para la crítica o para el señalamiento”, lamentó, pero añadió: “también le agradezco a Cristina haber tirado la punta del ovillo para que se desate este debate en el plano de la vida pública porque nosotros venimos instalando como agenda política esto de la economía popular, y es importante que se hable para poder aclarar de qué se trata nuestro trabajo”.

La otra discusión

Para Eguías, el debate debe sacar el eje de los subsidios, y centrarse en la reconversión laboral: "siempre la centralidad de la discusión es planes sí o planes no, y la estigmatización es muy grande sobre nuestros compañeros y compañeras, pero después de los ’90 los pobres tuvimos que salir a inventarnos el trabajo porque el sistema formal de empleo no da abasto”.

“Con Cristina coincidimos en que los planes sociales tienen que ser un recurso del Estado para situaciones de emergencia, pero la discusión sobre la generación de trabajo genuino es algo que nos debemos como sociedad y como país porque el trabajo ideal que conocíamos ya casi no existe en el siglo 21, sino que existe el trabajo autogestivo que es el que se inventa cada compañero y compañera para poner el plato sobre la mesa”, continuó.

De igual manera, la referente social sí rebatió algunos términos que utilizó CFK en su discurso: “no somos administradores de programas sociales ni de la pobreza, sino que venimos conformados de una historia de crisis en nuestro país, lo que nos ha llevado a desarrollar estrategias para poder comer y sobrevivir, y entendimos que no somos meros espectadores de la cuestión política, sino que queremos ser parte de la solución porque podemos aportar, ya que entendemos la pobreza en primera persona”.

“Somos sujetos políticos que discutimos, debatimos y se lo planteamos al mismo Alberto cuando dijo que había que convertir los planes en trabajo, donde dijimos claramente que los planes ya son trabajo porque los beneficiarios y beneficiarias del Potenciar hacen un laburo enorme en los comedores y merenderos de los barrios”, aclaró.

Un debate para levantar la voz 

La diputada nacional Verónica Caliva es una de las fundadoras de la CCC en Salta, por eso tiene un trabajo territorial y social que nació al calor de la crisis de los '90.

De entrada, la legisladora indicó que “no hay que confundirse y generalizar, y poner en un plano secundario el rol de las organizaciones sociales, algo que vimos claramente en la pandemia, porque no hay una única realidad, y yo voy a defender y destacar el trabajo siempre que hemos tenido enfrentando al neoliberalismo en los ’90, donde las compañeras comenzaron a cobrar los primeros planes del menemismo y después los de Duhalde, hasta el incendio del país en el 2001”.

Además, Caliva trajo ese trabajo histórico al presente político en la Argentina: “las organizaciones sociales siempre estuvimos bancando y desde allí viene buena parte de la configuración del Frente de Todos, y siempre ha sido estar luchando contra los gobiernos para que generen trabajo genuino”.

“El gran universo que cobró el IFE no tiene laburo, sino que pucherea y changuea, y eso tiene que ser lo que les quite el sueño a los que estén en las funciones ejecutivas, porque si en esta nueva etapa, le erramos al debate, el Frente de Todos va a estar mal, ya que del otro lado tenemos un discurso de odio muy peligroso, por eso yo celebro este debate porque esto nos da la posibilidad a quiénes venimos militando hace décadas en los barrios, de levantar la voz”, aseveró.

Barrios de Pie

Quién salió con los tapones de punta a cuestionar las declaraciones de la vicepresidenta, fue el actual concejal y referente de la organización Barrios de Pie, Ignacio Palarik, quien las calificó de "violentas y estigmatizantes".

Tras afirmar que "Cristina se compró el discurso de la derecha", la responsabilizó directamente por los niveles de desempleo, no tan solo actuales, sino de su gestión al frente de la Nación: "no se genera empleo privado desde el 2008 y hasta el 2015 gobernó ella, entonces hay que hacerse cargo de los problemas que seguimos teniendo los argentinos".

"Hay mucha la gente que se la tiene que rebuscar para vivir y la changa es la única manera de sobrevivir y llevar un plato de comida a la mesa, porque sabemos, y la vicepresidenta también lo sabe, que la crisis impacta primero en los sectores más populares”, finalizó.