Miles de personas se manifestaron para expresar el rechazo a la celebración de la cumbre de la Organización del Tratado Atlántico del Norte (OTAN), que se llevará a cabo entre el 28 y el 30 de junio en España.
Según detalló la Delegación del Gobierno en Madrid, más de 2.200 personas salieron a las calles este domingo convocadas por la Asamblea Popular contra la Guerra, la Plataforma Estatal por la Paz y la Asamblea OTAN NO Madrid. Sin embargo, las organizaciones participantes aseguran que el número de asistentes alcanzó los 30.000.
Una larga columna partió desde Atocha y recorrió las principales calles de la ciudad hasta llegar a la Plaza España, donde se leyó un "manifiesto unitario" que propone "impulsar un nuevo sistema de seguridad desmilitarizado, la renuncia a la violencia como medio de resolución de conflictos, el rechazo a elevar el gasto militar un 2% del PBI, reconvertir toda la industria militar y reorientar los gastos armamentísticos para reforzar las políticas públicas en salud, educación, vivienda, cuidados e igualdad".
La movilización evidenció el descontento de una gran parte de la población madrileña y apoyaba el manifiesto mientras coreaba: "OTAN NO"; "fuera las bases militares"; "no a la guerra, sí a la paz"; "vuestras guerras no las pagamos" y, finalmente, el pedido para derivar los "gastos militares para escuelas y hospitales", según informó EFE.
A dos días del inicio del encuentro que contará con los 30 países miembro de la OTAN y la participación adherida de países como Suecia, Finlandia, Australia, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda, Austria, Chipre, Irlanda y Malta. Además, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, presenciará el evento de manera virtual a través de una videollamada.
En paralelo, durante el sábado una columna de militares, integrada por tres de las cuatro asociaciones profesionales del rubro, se manifestó en las calles de la capital, exigiendo una "dignificación de la profesión", basada por un aumento sustancial en los salarios, mejoras en las condiciones laborales y garantías de estabilidad para los soldados temporales que deben abandonar los cuarteles al superar los 45 años de edad.