El periodista Julio Peñaloza Bretel, autor del libro, Democracia interrumpida. Crisis de Estado y gobierno ‘de facto’ en Bolivia (ed. Centro de Investigaciones Sociales de la Vicepresidencia), hizo este domingo en AM750 un repaso por los principales aspectos que se deben tener en cuenta para entender los juicios que se llevan a cabo en el país contra los responsables del golpe de Estado de 2019, entre quienes que se encuentra Jeanine Áñez.
El material, impulsado por el propio Gobierno de Bolivia, hace un repaso histórico sobre algunos “elementos estrcurales” de la historia bolivia, como “la violencia política, la represión y la persecusión” para explicar el gobierno transitorio que se extendió desde noviembre de 2019 hasta noviembre de 2020.
Si bien Peñaloza Bretel explicó que durante el juicio quedó demostrado que se cometieron “faltas y contravenciones a la constitución” en los días previos al golpe, por lo que la Áñez fue condenada a 10 años de prisión, la oposición denunció irregularidades y “que no ha habido el debido proceso” judicial.
“Áñez fue condenada a través de un juicio ordinario por las resoluciones contrarias a la constitución y las leyes y por incumplimiento de deberes. Se logró con inteligencia, a través de la vía penal, iniciar el juicio. Se juzgan sus actos entre el 10 y el 12 de noviembre previos a su llegada a la presidencia”, explicó.
Y añadió que en este contexto: “El Gobierno, a través de la Procuraduría General del Estado, el Ministerio de Gobierno y el Senado, va a pedir la ampliación a 15 años de condena”. Se espera, sin embargo, que Áñez vaya “por el camino del reclamo internacional”: “Dice que no ha sido justo y la corporación opinadora de la derecha dice que no ha habido debido proceso”.
En este sentido, para Peñaloza Bretel es importante mirar el accionar de los organismos internacionales, por un lado, y hacia el interior de la justicia, por otro: “El relator de las Naciones Unidas para la independencia de los magistrados y jueces se ha sumado un poco a esas voces. Actuando muy parecido a como actuó Luis Almagro, que en gran medida fue el más importante alentador del golpe de Estado en Bolivia”.
En la vereda de enfrente, el presidente Luis Arce no sólamente dijo que creen que el juicio fue “justo”, sino que denunció que “Áñez gozó de privilegios con el que otras reclusas no cuentan”. “Contó con medios de comunicación ilimitados a través del celular. Sus hijos iban a pasar noches con ella a dormir. Sobre todo su hija, que fue su portavoz. Eso generó un malestar en el resto de las reclusas que tienen otras características”, enumeró el periodista.
Además, el mandatario “informó de manera oportuna que está encargado iniciar una reestructuración completa del sistema judicial”. “Esto va a llevar muchos años. No es fácil de desmontar. Es un aparato judicial que se pone del lado del poder y se pone a actuar por motus propio. Ellos obran en la medida en que necesitan conservar los salarios y los cargos, por lo que le rinden pleitesía al poder de turno. Es una estructura absolutamente corrupta que no tiene credibilidad”, señaló el periodista.